VÍDEO | Héctor Puga encarna al Zangarrón y enciende la fiesta ancestral de Sanzoles
Este 26 de diciembre, Sanzoles volvió a vibrar con la tradición más esperada del invierno zamorano: la salida del Zangarrón, personaje ancestral que marca el inicio de las mascaradas en la provincia. A pesar de las bajas temperaturas, que rondaban los -3 y -4 grados, y de la densa niebla matinal, vecinos y visitantes se congregaron para celebrar una jornada cargada de historia, cultura y emoción.
La fiesta comenzó a las siete de la mañana frente a la casa del protagonista de este año, Héctor Puga, con la degustación de las tradicionales sopas de ajo, indispensables para combatir el frío. Poco después, con cencerros en mano, el Zangarrón inició su recorrido acompañado por los vecinos, mientras las calles de Sanzoles se llenaban de música y de color.
Pasadas las 08:30, se realizó el Baile del Niño en la carretera de entrada al pueblo, un ritual en el que los vecinos intentan "molestar" al Zangarrón, que mantiene el orden de las filas preservando la esencia del rito. Esta tradición, vinculada al culto a San Esteban, se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII y tiene su origen en un disfraz utilizado para proteger al santo durante una peste devastadora, según los archivos diocesanos de Zamora.
Al mediodía, la imagen de San Esteban salió en procesión, seguida de la comida del “Mutis”, donde los danzantes y quintos deben guardar absoluto silencio bajo la supervisión del tamborilero Tanis, reforzando así los lazos comunitarios y la disciplina que caracteriza esta celebración.
Héctor Puga, joven encargado de encarnar al Zangarrón en 2025, asumió el papel con respeto y emoción, viviendo un momento especial que también representa el sueño de su primo Rodrigo. Acompañado de sus padres, Jesús y Nuria, y de familiares como Alba, Cele, Valentina y Paula, Héctor encarnó un personaje que va más allá de la máscara: es historia, rito y memoria colectiva, símbolo de identidad y orgullo para Sanzoles.
El Zangarrón de Sanzoles no solo mantiene viva una tradición de siglos, sino que también demuestra cómo la cultura y la familia se entrelazan, preservando un legado que sigue uniendo a la comunidad y transmitiendo emoción de generación en generación. La salida de Héctor Puga recordó a todos que, aunque cambien los tiempos, la esencia de la tradición y el arraigo permanece.