Los veterinarios zamoranos se manifiestan contra las nuevas normativas sobre medicamentos
Un grupo de veterinarios de Zamora se ha concentrado este miércoles frente a la Subdelegación de Gobierno para expresar su rechazo al Real Decreto 666/2023, aprobado en 2023, que regula el uso de medicamentos veterinarios. La protesta ha sido liderada por la presidenta del Ilustre Colegio de Veterinarios de Zamora, Elena Laguno, quien ha destacado que la principal preocupación es la falta de consulta con los profesionales del sector durante la elaboración del decreto.
Laguno ha explicado que el Real Decreto se ha aprobado sin tener en cuenta la opinión de los veterinarios, lo que ha generado malestar en el colectivo. Además, ha señalado que las alegaciones presentadas por la Organización Colegial Veterinaria de España no han sido consideradas por el Ministerio, a pesar de las protestas previas de ganaderos y veterinarios.
Uno de los puntos más controvertidos es la obligación, a partir de enero de 2025, de que los veterinarios de pequeños animales registren todos los antibióticos recetados en la plataforma Presvet. Laguno ha señalado que esta medida no está adaptada a la diversidad de especies atendidas, que incluyen no solo perros y gatos, sino también conejos, cobayas, aves y reptiles, lo que complica la implementación de una plataforma que no cubre todas las necesidades.
Otro aspecto del Real Decreto que ha generado controversia es el protocolo estricto para la prescripción de antibióticos, que obliga a los veterinarios a comenzar con los de la escala D, para luego pasar a los de la C y B si no hay resultados. Esta medida ha sido criticada, ya que un antibiograma puede tardar hasta dos semanas, lo que pondría en peligro la vida de los animales en casos urgentes.
Además, los veterinarios han señalado que el Real Decreto les obliga a prescribir en base a las fichas técnicas de los medicamentos, las cuales no siempre se ajustan a las enfermedades que afectan a diferentes especies. Laguno ha destacado que esto obliga a los profesionales a recurrir a prescripciones excepcionales, aumentando la burocracia y dificultando el trabajo diario. Han explicado que, en algunos casos, los tutores de los animales se ven obligados a comprar medicamentos en grandes cantidades, lo que genera un exceso de producto que podría no ser utilizado adecuadamente.
Laguno ha subrayado que los veterinarios están comprometidos con la lucha contra las resistencias antibacterianas, pero considera que el Real Decreto impone restricciones que dificultan su labor y no favorecen la salud de los animales. Ha pedido a las autoridades que revisen el decreto y que tengan en cuenta la experiencia y el criterio profesional de los veterinarios a la hora de prescribir tratamientos.
MANIFIESTO VETERINARIOS:
Los profesionales veterinarios somos conscientes del problema que las antibiorresistencias suponen para la salud de las personas y estamos en primera línea para enfrentarlas, como lo demuestra la labor realizada en el ámbito de los animales de producción, con una importante reducción en el uso de antibióticos.
Nuestro deseo y obligación es seguir trabajando en la misma línea y, además, procurar, partiendo del conocimiento científico y técnico, los mejores cuidados a los animales y, por ende, contribuir a la salud de las personas.
Por eso decimos BASTA YA y reivindicamos:
La modificación del R.D. 666/2023, de 18 de julio, con la retirada de PRESVET, dado que su existencia no se recoge en el Reglamento 2019/6, de 11 de diciembre de 2018; y una moratoria en la aplicación de aquellos apartados que actualmente están dificultando, en algunos casos, o haciendo imposible su aplicación, en otros. Esto debido a: el desabastecimiento de los centros dispensadores, los formatos inadecuados, la actualización de las fichas técnicas, la categorización de antibióticos, entre otros. Reafirmándonos en la necesidad de prescribir en base al criterio clínico y la evidencia científica.
La incorporación en la Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios, que actualmente se encuentra en fase de elaboración, de la posibilidad de la venta de medicamentos exclusivamente destinados a los animales bajo el cuidado de los veterinarios/as, con la finalidad de completar el tratamiento de los mismos, en la misma línea que ocurre en el resto de Europa.
El regreso a la normalidad, es decir, al IVA reducido para los servicios veterinarios, una vez superada la crisis económica que sirvió al Gobierno para justificar la subida en septiembre de 2012.
Nos dirigimos al Gobierno con la confianza que nos da el sentir la razón de nuestra parte, y el apoyo que día a día nos transmite el conjunto de la ciudadanía en nuestro ejercicio profesional diario.