La gala, que ha supuesto un recorrido por la historia de la Diputación, ha centrado su tercera escena en los comienzos del siglo XX, cuando el Puente de Manzanal comenzaba a ser uno de los protagonistas de la reciente historia de Zamora.
Además, la escena teatral ha hecho referencia a otras obras hidráulicas que dieron los primeros quebraderos de cabeza al presidente de entonces, don Juan Bermúdez, en 1930. Preocupaciones que continuaron con la construcción de un nuevo puente para comunicar Alba y la capital unos años más tarde, bajo la presidencia de don Gonzalo Alonso.
Como despedida, los actores que pusieron en escena la historia de la Diputación desearon que quienes rigen los destinos de la provincia lo hagan "con el mismo amor que hemos puesto nosotros en esta jornada", cosechando una intensa ovación que puso punto final al acto a las dos de la tarde, con una puntualidad matemática.
