Una semana sin agua corriente en Valdeperdices, San Pedro de la Nave-Almendra: Desesperación ante la falta de soluciones

Embalse de Ricobayo (1)
Hoy se firmaba un acuerdo especial con SOMACYL en el norte de la provincia para solucionar problemas de agua en las zonas de Benavente y los Valles, entre tanto en el sur los problemas se suceden y tras una semana sin agua corriente los vecinos piden soluciones a la alcaldía.

Los vecinos de Valdeperdices, San Pedro de la Nave-Almendra y El Campillo llevan una semana sin agua corriente debido a una avería que afecta a las bombas que extraen el agua del embalse de Ricobayo. La situación, que comenzó el pasado miércoles, ha provocado un verdadero caos para los habitantes, quienes dependen desde entonces de camiones cisterna de la Diputación de Zamora para poder abastecerse de agua.

El origen del problema radica en la depuradora de la zona, que cuenta con dos bombas. Según los vecinos, una de ellas ya estaba averiada desde hace tiempo y la segunda se estropeó la semana pasada, lo que ha dejado a la población completamente sin suministro de agua. "Un día nos dicen que son las bombas, otro que es el transformador, otro que son los fusibles... pero el caso es que llevamos una semana sin agua", comentan los vecinos con frustración.

Lo que más ha indignado a los residentes es la falta de comunicación por parte del Ayuntamiento. "No ha habido ni un bando, ni una llamada para informarnos. Solo nos han dado una garrafa de 8 litros de agua por persona, como si con eso pudiéramos beber, cocinar o ducharnos", señala uno de los afectados. La falta de agua ha alterado por completa la vida cotidiana en estos pueblos, generando preocupación por la salud y el bienestar de los residentes, es increible que a día de hoy esto siga sucediendo por la falta de control y eficacia municipal, "le preocupan más sus ovejas que los vecinos" comentan.

La alarma del depósito de agua limpia se activó desde el inicio del fallo, obligando a las autoridades a buscar el origen del problema. Inicialmente, se movilizó un generador como medida preventiva, pensando que podría tratarse de un fallo en la línea de suministro. Sin embargo, el viernes finalmente se detectó que la avería se encontraba en los motores quemados de las bombas que extraen el agua del río Esla.

Los vecinos, que llevan seis días dependiendo del suministro de agua de los camiones cisterna, exigen soluciones rápidas y efectivas. Mientras tanto, la incertidumbre sobre cuándo se resolverá la situación sigue aumentando.