Pocas veces un pueblo trabajó tantos meses dedicado a la Navidad. Han sido nueve meses de planificación y, sobre todo, de dedicación al arte de la aguja y la lana. Miles de grannys elaborados por vecinos y socios de Ubuntu-Roales conforman el colosal árbol de Navidad elaborado de manera exclusiva con la técnica del ganchillo que desde este sábado ya corona el pueblo, concretamente ubicado junto a la carretera.
"No es nada novedoso, ya se ha hecho en muchos pueblos y barrios. Como Roales no quiere ser menos, pues también queremos tener el nuestro". La asociación era plenamente consciente de que la idea, lejos de ser novedosas, suponía un reto a superar y lo ha conseguido. Fijándose en los modelos que ya se han colocado en años anteriores en puntos como Fermoselle, Porto, incluso del barrio de San José Obrero en la capital, Ubuntu planteó a finales de mayo la idea de erigir un descomunal árbol de Navidad bajo este arte que, además, ha servido para unir a todo el pueblo.
"Queremos unir a todo el pueblo, pues ese es el espíritu de Ubuntu Roales, que los vecinos nuevos, los que ya viven aquí desde hace muchos años y los que son del pueblo de toda la vida, nos conozcamos, queremos recuperar el saludo en la calle y que sepas a quien lo diriges, en dos palabras, queremos ser AMIGOS ROALINOS".
Y es que han sido meses y meses de reuniones, también de trabajo en la soledad al refugio de los valores extremos de un verano que se ha resistido a abandonarnos. También de gestión y montaje del que hoy se ha convertido en un nuevo reclamo y, lo que es más importante, un símbolo de unión de todo el pueblo.
El árbol, de cinco metros de alto, consta de cientos de grannys -más de 500- cuidadosamente cosidos y que han sido dispuestos en torno a una estructura con una iluminación que resalta aún más los detalles de esta nueva obra de arte que ya se puede contemplar en Roales. El municipio vivió ayer una jornada especial con la presentación de un árbol envuelto como si de un regalo se tratara. Y como tal ha sorprendido dejando admirados a roalinos y zamoranos en general.
El proyecto cuenta además con la aportación de otros elementos en crochet como es el belén tradicional zamorano que ha cedido Aránzazu Arribas, de Ariamiguru Crochet, a la asociación.
