La provincia de Zamora saborea un Domingo de Tortillero marcado por el buen tiempo

tortillero en la zona de Tábara
Aunque la tortilla sigue siendo el centro de todas las mesas, en los últimos años se ha visto acompañada por paellas, embutidos, empanadas y dulces caseros entre otros

El sol hizo acto de presencia y acompañó este domingo a cientos de vecinos de Benavente y comarca en una de las tradiciones más queridas y esperadas de la antesala de la Semana Santa: el "Domingo de Tortillero".

Desde primera hora del día, bodegas, merenderos, fincas familiares y rincones al aire libre en comarcas como En los Valles de Benavente, Tera, Vidriales, Valverde, La Polvorosa y Tábara se llenaron de vida, risas y el inconfundible aroma de la tortilla española, protagonista indiscutible de esta jornada festiva.

Aunque la tortilla sigue siendo el centro de todas las mesas, en los últimos años se ha visto acompañada por paellas, embutidos, empanadas y dulces caseros, en un ambiente de convivencia y alegría donde familias y grupos de amigos aprovechan para reencontrarse y compartir mesa y mantel en plena naturaleza.

El Domingo de Tortillero, con raíces históricas que se remontan a épocas en que los bailes y celebraciones estaban limitados por la Cuaresma, se ha consolidado como una de las pocas jornadas lúdicas "permitidas" antes del recogimiento propio de la Semana Santa. En Benavente, antiguamente se celebraba como una auténtica romería en los alrededores de la ermita de San Lázaro, donde se compartían tortillas, escabeches y vinos locales en una gran merienda de confraternidad.

Como manda la tradición, la festividad no termina aquí. El próximo Domingo de Ramos muchos volverán a reunirse para celebrar el llamado "tortillín", una especie de "reprise" gastronómico que pone el broche final al fin de semana del tortillero, y que deja claro que en esta tierra, la devoción y la tradición siempre van de la mano del buen comer.