La provincia de Zamora cae al octavo puesto en el ranking de los caminos Jacobeos
Al finalizar el año, es inevitable hacer balance del camino recorrido, tanto en el último ejercicio como en los últimos 20 años, cuando comenzó a publicarse por primera vez las estadísticas de los peregrinos que llegaban anualmente a Santiago de Compostela. Durante esos primeros años, las cifras de la Vía de la Plata y el Camino Mozárabe Sanabrés se veían prometedoras, alcanzando casi los 10.000 peregrinos, de los cuales cerca de la mitad pasaban por la provincia de Zamora. Este dato posicionaba a los caminos zamoranos en el tercer lugar en cuanto a preferencias de los peregrinos, representando más del 5% del total anual.
Sin embargo, dos décadas después, la situación es muy diferente. A pesar del crecimiento global de la peregrinación, la utilización de los caminos de Zamora apenas alcanza el 2%, lo que ha provocado que la provincia pase del tercer al octavo lugar en el ranking de las rutas más transitadas.
El 2024 también marcó una leve recuperación con un incremento del 4,34% respecto al año anterior, pero la tendencia sigue siendo negativa. Además, destaca el aumento de peregrinos extranjeros, que pasaron del 51,63% al 67,77% en comparación con años anteriores, destacando Alemania, Francia e Italia como los principales países de origen. A pesar de este repunte, las estadísticas no esconden las dificultades que aún enfrentan estos caminos, que han experimentado un retroceso significativo en comparación con otros itinerarios más transitados.
Una de las principales razones de esta caída en la demanda es la falta de mantenimiento en los caminos, como se evidencia en las imágenes de la desidia que sufren algunas de las infraestructuras. El deterioro de los hitos turísticos y la falta de compromiso por parte de los responsables del mantenimiento de los caminos han creado una imagen negativa para los peregrinos que atraviesan la provincia.
Otro obstáculo para la mejora es la escasa capacidad de los albergues en determinados meses del año. Los meses de abril y mayo concentran el 40% de los peregrinos, lo que genera problemas de alojamiento en las etapas habituales. Sin embargo, en los meses de verano, con temperaturas más agradables en Castilla y León, apenas se ven peregrinos transitando por la provincia de Zamora. La falta de albergues operativos durante el invierno, con el pretexto de la baja rentabilidad, también afecta gravemente, ya que los peregrinos prefieren saltarse estas localidades, afectando aún más la economía local.
Desde la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago, se señala que el crecimiento y recuperación de los caminos en la provincia dependen en gran medida de la implicación de las administraciones públicas. Son ellas quienes deben tomar medidas efectivas para mejorar las infraestructuras, aumentar la capacidad de acogida de los albergues en los meses más concurridos y garantizar el mantenimiento de los caminos durante todo el año.
Las autoridades provinciales y autonómicas tienen la responsabilidad de promover y dinamizar estos caminos, para lo cual es crucial una campaña de promoción que resalte no solo el valor histórico y cultural del Camino de Santiago, sino también las ventajas de recorrer la provincia de Zamora, con su rica gastronomía, patrimonio natural y clima más suave en verano, en comparación con otras regiones más calurosas.
A pesar de las dificultades, hay motivos para la esperanza, especialmente con la proximidad del Año Santo Compostelano en 2026. Este evento ofrece una oportunidad única para recuperar el impulso perdido y posicionar a los caminos de Zamora como una de las rutas más atractivas y accesibles para los peregrinos de todo el mundo.
La Asociación confía en que la creación de un plan director para los caminos históricos de Castilla y León, previsto para 2025, sirva de base para revitalizar el sector, fortaleciendo la actividad económica y turística en los pequeños municipios que forman parte de estas rutas. Solo con un esfuerzo conjunto y un compromiso decidido por parte de todos los actores implicados se podrá revertir el estancamiento y devolver a los caminos jacobeos de Zamora la relevancia y prestigio que tuvieron en su día.