El Observatorio Económico de Zamora presentó este miércoles el balance del tercer trimestre de 2024 y las perspectivas para 2025. Juan Carlos De Margarida, director de ECOVA Estudios, junto con Raúl Zurrón, delegado de ECOVA en Zamora, y Laura Huertos, en representación de Caja Rural de Zamora, analizaron las claves de la situación económica de la provincia y los retos a futuro.
Según Raúl Zurrón, el consumo en Zamora continuará al alza, impulsado por un empleo que se mantiene estable y una ligera mejora en los tipos de interés. “El sector de la construcción, que estuvo paralizado desde la crisis de 2007-2008 y sufrió otro parón durante la pandemia, está comenzando a reactivarse, aunque de forma contenida”, explicó. Sin embargo, alertó sobre el problema del acceso a la vivienda, agravado por una demanda superior a la oferta y el incremento desigual de los precios.
La tasa de paro en Zamora alcanza un 13,9%, un punto por encima del año anterior, lo que contrasta con el crecimiento del empleo registrado y un incremento del 4,1% en los contratos firmados en comparación con el mismo período del año pasado. La contratación temporal sigue predominando, representando el 71,5% del total.
El drama poblacional volvió a centrar el análisis. La provincia registra una pérdida continuada de habitantes, con un descenso proyectado del 0,5% para este año, situándose en aproximadamente 165.000 personas. “En los últimos 20 años, Zamora ha perdido casi el 25% de su población. Es urgente implementar medidas para frenar esta tendencia”, destacó Zurrón.
La elevada proporción de mayores de 64 años (32,6%) contrasta con la baja representación de menores de 25 años (16,1%), lo que pone en riesgo la sostenibilidad del mercado laboral y del sistema económico.
El sector industrial, con 551 centros registrados, ha sufrido un leve retroceso del 1,1% respecto al año pasado. Sin embargo, el mercado inmobiliario muestra signos de recuperación, con un aumento del 28,5% en las transacciones de viviendas urbanas, situándose por encima de la media regional. En el sector terciario, el número de centros ha disminuido un 1,6%, reflejando cierta ralentización.
A pesar de los desafíos, Zamora presenta una balanza comercial positiva, con un superávit de 50,9 millones de euros gracias a exportaciones por valor de 94 millones. Sin embargo, Zurrón advirtió sobre las incertidumbres a nivel internacional: “La economía mundial sigue creciendo, pero a un ritmo más lento. La crisis en Alemania y las tensiones comerciales globales podrían afectar a Castilla y León y, por ende, a Zamora”.
Los expertos subrayaron la necesidad de implementar políticas de fiscalidad diferenciada para atraer industrias intensivas en mano de obra y fomentar el asentamiento de población joven. Además, hicieron un llamado a aprovechar las infraestructuras existentes y reforzar la competitividad de la provincia.
El Observatorio concluyó con una advertencia: aunque la economía zamorana mantiene cierta estabilidad, es crucial abordar de manera urgente los retos demográficos y estructurales para garantizar un desarrollo sostenible en los próximos años.
