Monseñor Valera inicia una visita pastoral en Sayago: encuentros con fieles y visitas a enfermos
Monseñor Valera continuará la visita pastoral el viernes, 7 de junio, en la localidad de Moraleja de Sayago. Una localidad en la que aprovechará la ocasión para visitar el colegio, la residencia de mayores, y mantendrá un encuentro con la cofradía del Cristo de la Paz. La tarde del sábado la dedicará a los vecinos de Mayalde donde, nuevamente, mantendrá una charla informal con todos ellos y la oración por los enfermos y los difuntos.
Al día siguiente, 8 de junio, don Fernando se trasladará hasta Tamame de Sayago donde, casualmente, celebran también sus fiestas patronales. Por este motivo, habrá celebración de la eucaristía en la iglesia parroquial, procesión y finalizará con un piscolabis con los vecinos.
El domingo, 9 de junio, el obispo de Zamora llegará a Peñausende. Se trata de una localidad con una población mucho mayor y esto motivará que desde las 11.00 y hasta las 20.00 horas mantenga distintos encuentros y visitas a las realidades de este pueblo. Además, tal y como se hará cada domingo, los vecinos de los pueblos colindantes también están invitados a participar de esta jornada de encuentro y convivencia con el pastor de la diócesis de Zamora.
La visita pastoral del obispo continuará el miércoles, 12 de junio, siguiendo por el arciprestazgo de Sayago y, concretamente, con las parroquias atendidas por el sacerdote y arcipreste, Héctor Galán.
Tras tres años y medio como prelado de la diócesis de Zamora, es la primera visita pastoral que emprende monseñor Valera y que le llevará a recorrer todos los pueblos de la iglesia zamorana.
¿Qué es una visita pastoral?
Los objetivos fundamentales de la visita son la revitalización de las comunidades cristianas, el impulso a la pastoral de la santidad, el incremento de la comunión eclesial y la reanimación de las energías de los agentes de la pastoral parroquial, agradeciéndoles, felicitándoles, animándoles y estimulándoles, en orden a una acción apostólica más intensa. Asimismo, estas visitas están orientadas a un mayor conocimiento de la diócesis por parte del arzobispo y el obispo auxiliar, así como cohesión pastoral y la coordinación.
Después del paso del obispo, la comunidad parroquial debe quedar “confirmada en la fe, alentada en su esperanza, unida en la caridad, edificada y robustecida en las raíces sobrenaturales de la vida cristiana y estimulada en su compromiso apostólico y evangelizador”. La frase del Evangelio de San Juan, “Para que tengan vida” (Jn 10, 10), es la mejor síntesis de los objetivos y fines más genuinos de la Visita Pastoral.