Megáfonos, silbatos y chalecos para frenar el avance de las renovables en Ricobayo
Los vecinos de los cuatro municipios dependientes del Ayuntamiento de Muelas del Pan han salido a manifestarse en contra de la instalación de tres parques fotovoltaicos y un nuevo parque eólico
Recuerdan que la provincia de Zamora produce tres veces más energía eléctrica de la que consume: "¿A cambio de qué están regalando nuestra tierra?"
Cuatro municipios unidos contra el avance imparable de las macroempresas de energías renovables que han tomado posiciones en la zona de Ricobayo para ampliar aún más el aprovechamiento energético en la zona. Una "amenaza" contra la que se han levantado sus vecinos con todo el ruido, pero también haciendo valer la ley.
Ricobayo de Alba, Villaflor, Cerezal de Aliste y Muelas del Pan se han enfundado los chalecos amarillos en una protesta en defensa del patrimonio natural. La previsión de la instalación de tres plantas fotovoltaicas en la zona y de la ampliación del parque eólico Valdelanave con seis nuevos aerogeneradores de máxima potencia no sólo pondrán en peligro la flora y fauna de la zona -con un alcornocal único y siendo hábitat del águila perdicera-, sino que su instalación se prevé a una distancia mínima del núcleo rural.
Así, cuatro de los seis molinos eólicos de 36 megavatios se instalarían a una distancia de 795, 771, 834 y 1020 metros, estando cuatro de ellos fuera de lo que contempla la normativa: "Nos quitan el terreno y la calidad de vida para que otras personas puedan vivir mejor, dejándonos ¿qué? Pan para hoy y hambre para mañana".
Una protesta que ha cobrado fuerza gracias a la presencia de asociaciones de afectados por proyectos similares y que pretenden instalarse en otros puntos de la provincia como es el caso de los alrededores de Bermillo y en cuya lucha se mantiene la plataforma "Otra vez no en Sayago". A ellos se han unido también Ecologistas en Acción de Zamora que junto a su apoyo presencial han redactado un escrito de apoyo en contra de las pretensiones de la empresa.
Aseguran que, si bien quieren dejar claro que apoyan el desarrollo de las renovables, consideran que estas deben hacerse cumpliendo con una planificación estatal o autonómica, pero en ningún caso "usurpando el territorio, los paisajes, la naturaleza, la biodiversidad, la paz y la tranquilidad entre las personas que vivimos aquí, generando conflictos entre las gentes de pueblos aledaños. Y todo, a cambio exclusivamente de dinero. Ni siquiera por promesas de empleo para los nuestros".
Otro tanto sucede con las placas fotovoltaicas que supondría la instalación de hasta 25 kilómetros de líneas de alta tensión y unos 30 kilómetros de vallado en una superficie equivalente a 370 campos de fútbol. Su instalación no contenta a todos y amenaza con expropiar numerosas hectáreas de terreno en el caso de los particulares que se nieguen a firmar: "Lo único que conseguimos con estos proyectos es hipotecar nuestros terrenos, concediendo, a veces a la fuerza y por medio de la expropiación forzosa, el uso y disfrute de esas tierras a empresas que lo único que buscan es su beneficio económico".
Al tiempo, recuerdan que la provincia de Zamora produce tres veces más energía eléctrica de la que consume: "¿A cambio de qué están regalando nuestra tierra?". Un "falso desarrollo" que, aseguran, sólo va a empobrecer más a la zona sin ninguna oferta de empleo y poniendo en riesgo su salud y su paraje.
Para los vecinos una manera de reparar y atajar el fenómenos de la despoblación pasa, más que por estos proyectos, por la inversión de "todo el dinero comprometido con las empresas en forma de subvenciones" para "habilitar los tejados de las casas, los edificios públicos, las carreteras, las vías del tren...".