Madridanos celebra su particular Feria de Abril con un “Rocío Chico” cargado de flamenco, sabor y devoción
Desde primeras horas de la mañana, el municipio zamorano se engalanó para acoger una de sus citas más esperadas. El día comenzó a las 11:00 horas con una quedada en la plaza del pueblo, donde caballos, caballistas, carros y carretas pusieron la nota de autenticidad al iniciar el tradicional camino flamenco hacia BAMBA. El recorrido, lleno de color, lunares y volantes, fue acompañado por música y alegría, desembocando en un aperitivo al aire libre que sirvió para abrir boca y animar el cuerpo.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada llegó con la entrega del ramo a la Virgen del Viso, símbolo de la devoción local, que estuvo acompañada por el canto de la Salve Rociera, interpretado con sentimiento por todos los presentes. Un instante cargado de espiritualidad y emoción, que conectó lo andaluz con las raíces zamoranas.
La comida popular, que tuvo lugar a las 15:00 horas, fue otro de los grandes atractivos de la jornada. El menú, con un delicioso arroz a la zamorana como protagonista, estuvo acompañado de pan, postre y bebida, en una comida que unió a decenas de comensales en largas mesas compartidas, donde no faltaron risas, brindis y mucho buen ambiente.
La tarde dio paso al alma flamenca de la fiesta. A las 16:30 horas, la artista Miriam Ferrefuela subió al escenario para ofrecer una actuación llena de arte y duende, que hizo vibrar al público con cada acorde. Su voz abrió la veda para que, poco después, las sevillanas tomaran el centro del recinto, convirtiendo Madridanos en una auténtica caseta del sur.
Con la caída de la tarde, la música de DJ Kadete hizo el resto: desde las 18:30 horas, la pista no paró de moverse al ritmo de los grandes éxitos flamencos, rumbas y versiones populares que mantuvieron la fiesta viva hasta bien entrada la noche.
Como broche final, a las 20:00 horas, se abrió la plancha para ofrecer bocadillos y montaditos, perfectos para una cena distendida entre bailes y conversaciones. El ambiente, que se mantuvo animado durante toda la jornada, aún seguía con fuerza en la zona acotada para ello, donde no faltaron palmas, risas y muchas ganas de seguir disfrutando.
Una tradición que se afianza en Madridanos
Lo que comenzó como una celebración local y simbólica se ha ido consolidando año tras año como uno de los eventos más singulares y esperados de la primavera en la provincia de Zamora. La mezcla entre el fervor rociero, la cultura flamenca y el sabor zamorano han dado forma a un "Rocío Chico" con identidad propia, que ya cuenta con numerosos fieles.
Organizada por los vecinos y vecinas del municipio, esta Feria de Abril demuestra que la tradición no entiende de fronteras y que Madridanos sabe celebrar con pasión y autenticidad. Una jornada para repetir, disfrutar y, sobre todo, para seguir creando comunidad.