El Día de la Provincia ha premiado a empresas, asociacones y zamoranos que durante toda su vida han hecho patria de su provincia y han llevado la Seña Bermeja por bandera. Madridanos y la finca experimental que la Diputación puso en marcha en la población zamorana han sido los anfitriones de este día tan especial.
Soleada mañana de sábado para que algo más de 700 personas acudieran a conocer la Finca Experimental de Madridanos y conocieran de cerca el trabajo que allí se realiza. Mañana soleada para que muchos zamoranos pudierona ver las tres razas autóctonas que allí viven: la sayaguesa, la alistana-sanabresa y el asno zamorano leonés. La Diputación de Zamora acercó a los vecinos, muchos ellos de las grandes urbes de la provincia, a sus orígenes: a esa Zamora agrícola y ganadera.
Jaime Rebollo hizo un pequeño impasse en su pausa periodística para presentar esta emotiva gala en la que se reconoció la labor de siete organizaciones, empresas o consistorios zamoranos y, por ende, la labor de decenas o cientos de zamoranos en diversos ámbitos. Cultura, deporte, solidaridad y sobre todo trabajo.
Doña Urraca, premiada por su gran labor cultural y en el recuerdo siempre presente de Rosa do Barro, amenizó la espera a los primeros en llegar haciendo lo que mejor saben: bailar. Igual que también lo hicieron como saben, que es casi perfecto, la Banda de Música de Zamora y Luis Antonio Pedraza aunando música clásica y tradicional con la "Suite sayaguesa".
La cultura del trabajo y del esfuerzo es algo que unía a las gentes de Fuentesauco, a los trabajadores de Moralejo Selección, a todos los deportistas que han pasado por el Ciudad de Toro o el CD San Lorenzo y a los educadores de Menesianos, empeñados en darle una segunda oportunidad a quien ni siquiera a preguntado por ella en algunas ocasiones. Esa cultura del trabajo es la que el jurado de este Tierras de Zamora premió, también, al nombrar embajador de Zamora al cirujano Enrique Crespo.
La gala comenzó con la bienvenida cariñosa, amable y sincera del alcalde de Madridanos, invitando a todos los presentes a que, al menos durante el tiempo que duraba esta jornada, se sintieran como en su propio pueblo. Y finalizó con una invitación de Mayte Martín Pozo a sentirse zamoranos y estar orgullosos de ello.
El susto lo dio Óscar Somoza, que sufrió un desmayo durante la gala que preocupó a los presentes pero que por fortuna, finalmente se quedó en eso, en un susto antes de que todos los comensajes pasaran a degustar un menú, que como no podía ser de otra forma, estuvo repleto de alimentos de Zamora.