Internet, un arma de doble filo: ¿Cuáles son los peligros para los jóvenes de Zamora?
El uso de los dispositivos móviles ha aumentado, pero también la preocupación porque, las redes sociales e Internet, son un arma de doble filo
Con el incremento de la conectividad aumentan también los casos de violencia digital o en línea que puede presentarse de múltiples formas
Las posibilidades que nos ofrece Internet, son infinitas. Todo está a un solo "clic"; las respuestas a cualquier pregunta, pedir comida sin tener que ir al supermercado, escuchar música sin la existencia de un cedé. Las cosas han cambiado. El uso de los dispositivos móviles ha aumentado, pero también la preocupación porque, las redes sociales, son un arma de doble filo.
La violencia de carácter tecnológico cada vez gana más hueco en la sociedad. Vivimos con un teléfono pegado en las manos. Con el incremento de la conectividad aumentan también los casos de violencia digital o en línea que puede presentarse de múltiples formas, pero estas son las más comunes:
1. Vamping
Se trata de la práctica de utilizar los dispositivos electrónicos durante la noche, quitándonos horas de sueño y de descanso. Un hábito que puede perjudicar nuestra vida cotidiana con un trastorno de sueño, falta de energía y somnolencia durante el día o desgaste cognitivo.
El vamping es más frecuente en adolescentes o personas con problemas de insomnio, estrés o con dificultades para conciliar el sueño en general.
2. Sexting
No es un problema de salud, pero sí una práctica de riesgo, sobre todo cuando implica a los menores de edad. Mediante el sexting, se envían a través del teléfono móvil u otro dispositivo con cámara, fotografías o vídeos producidos por uno mismo con connotación sexual. El riesgo está en que una vez enviados estos contenidos, pueden ser utilizados de forma dañina.
A partir del momento en que enviamos la foto o video de contenido sexual perdemos el control sobre ello ya que el receptor de la imagen puede difundirla a su antojo. También existen formas involuntarias de que nuestra imagen se difunda a todo el mundo. Generalmente no nos percatamos de que una imagen no solo se puede difundir cuando se la envías a alguien y este la reenvía, sino que también se pueden producir robos, pérdida de móvil o que un tercero acceda a las fotos sin tu consentimiento.
Los expertos explican, al enviar contenido mediante internet, este realmente nunca se borrara o anulara en su totalidad ya que queda cifrado en los contenidos multimedia en la web.
3. Sextorsión
La sextorsión supone el chantaje por parte de un ciber- delincuente para que al víctima realice una determinada acción o entregue una cantidad de dinero bajo la amenaza de publicar o compartir imágenes íntimas. La casuística es muy variada siendo muy diversas las víctimas, las motivaciones y los daños finales que pueden llegar a provocarse.
4. Grooming
El grooming implica a un adulto que se pone en contacto con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual. Esta práctica tiene diferentes niveles de interacción y peligro: desde hablar de sexo y conseguir material íntimo, hasta llegar a mantener un encuentro sexual.
Se trata de un proceso en el que se produce un vínculo de confianza entre la víctima y el acosador. Este intenta aislar poco a poco al menor, y lo consigue desprendiéndolo de su red de apoyo (familiares, profesores, amigos, etc.) y generando un ambiente de secretismo e intimidad.
En el caso del online grooming el abusador envía, a través de un medio tecnológico, material sexual al niño o niña. Además, se suele hacer pasar por menor y adapta el lenguaje a la edad de la víctima. Es una violencia igual de real que la física, pero de la que no se puede huir.
5. Ciberbullying
Este acoso es el más conocido y un problema real entre los jóvenes. La intimidación en las aulas se extiende a las redes sociales, por lo que, el menor afectado no puede escapar de las garras de los abusones.
Los medios empleados para este tipo de acoso son las redes sociales, la mensajería instantánea o el correo electrónico. Una posibilidad que le da la oportunidad de un acoso constante, en cualquier momento y a cualquier hora. El acosador envía a la persona afectada mensajes, vídeos o imágenes con amenazas, burlas o intimidación que crean en la víctima una gran malestar físico y psicológico.
6. Stalking
Se trata del acoso reiterado a de una persona a otra hasta provocar alteraciones en su vida cotidiana. El agresor llama de forma insistente y continuada, aunque no obtenga respuesta alguna. Un delito frecuente en los casos de violencia de género en los que el acosador está vigilando a la víctima constantemente, bien de forma física, o a través de dispositivos móviles; el objetivo es acercarse a la persona acosada a cualquier coste.