Homenaje y despedida a Domingo Dacosta: un sacerdote de vocación y acción, querido por todos

funeral don domingo
Esta mañana, la Iglesia del Santuario Mariano Diocesano Virgen de la Salud en Alcañices se llenó de emoción y gratitud para despedir a un hombre cuya vida fue sinónimo de entrega y servicio: Domingo Dacosta, sacerdote diocesano y figura clave en el ámbito social y eclesiástico de Zamora.

 La misa concelebrada, presidida por el obispo de Zamora, Monseñor Valera, fue un acto cargado de cariño y admiración hacia un hombre que dedicó 66 años al ministerio sacerdotal y al bienestar de los demás.

Una vida marcada por el servicio a Dios y a los demás

Nacido el 22 de enero de 1934 en Alcañices, Domingo Dacosta respondió al llamado sacerdotal con una determinación que marcaría toda su vida. Fue ordenado presbítero en marzo de 1958 y comenzó su ministerio en San Cristóbal de Aliste, atendiendo además a las comunidades de Gallegos del Campo y, desde 1963, a El Poyo. Su entrega pastoral se extendió más allá de las fronteras, cuando en 1965 decidió trasladarse a Alemania para ejercer como capellán de los emigrantes zamoranos, una etapa que dejó una huella profunda tanto en su vida como en la de aquellos a quienes acompañó durante 14 años.

A su regreso a España en 1979, Domingo Dacosta asumió el cargo de párroco en Santa María de la Horta, en Zamora, y en 1984 fue nombrado arcipreste de Zamora-ciudad, consolidándose como un líder espiritual destacado en la diócesis. Pero su labor fue más allá de las parroquias. En 1985, asumió la dirección de Cáritas Diocesana de Zamora, donde dejó un legado imborrable.

En su liderazgo al frente de Cáritas, impulsó proyectos que transformaron vidas, destacando el Proyecto Hombre, pionero en el tratamiento de la drogadicción en los años 80 y 90, cuando esta problemática golpeaba duramente a la sociedad. Bajo su dirección, cientos de personas con problemas de drogadicción y alcoholismo encontraron no solo apoyo, sino una segunda oportunidad para reconstruir sus vidas.

Además, su visión solidaria lo llevó a promover la apertura de residencias para personas mayores en áreas rurales como Fermoselle, Alcañices, Carbajales de Alba, Villarrín de Campos y Toro, ofreciendo a muchos ancianos la posibilidad de envejecer con dignidad en sus pueblos de origen. Este legado es testimonio de su compromiso con los más vulnerables, un rasgo que definió su ministerio.

Un ejemplo de amor y entrega

A los 90 años, Domingo Dacosta deja este mundo tras una vida plena de vocación y acción, pero su ejemplo perdurará en la memoria de quienes tuvieron la suerte de conocerlo y en la obra que dejó atrás. Sus 66 años de sacerdocio fueron un reflejo de los valores del Evangelio, vividos con autenticidad y dedicación.

Hoy, la diócesis de Zamora y toda la comunidad alistana despiden con profunda tristeza, pero también con infinita gratitud, a un hombre que nunca dejó de luchar por los demás. Su vida es un recordatorio de que el verdadero liderazgo radica en el servicio.

Descansa en paz, Domingo Dacosta. Que tu ejemplo siga iluminando el camino de quienes creen en el poder transformador del amor y la solidaridad.