La Zamora rural despide a uno de sus médicos más entregados. Juan Manuel Calderón Guadalupe fue de los pocos profesionales que, en plena pandemia, se arriesgó a mantener las consultas presenciales en unos meses en el que los candados y los cerrojos impidieron el acceso de miles de zamoranos de los pequeños municipios a sus visitas con su médico y enfermero de confianza.
No fue el caso del conocido como el "médico de la pandemia". Este sanitario -que llevaba desde febrero de 2020 ocupando la plaza de los pueblos de Granja de Moreruela, Fontanillas de Castro y Riego del Camino- siguió abriendo su consulta a los pacientes que así lo requerían y poniéndose presencialmente a disposición de ellos, los mismos que este miércoles le han rendido un sentido homenaje tras conocer su retorno a la capital.
El médico rural regresa a la capital zamorana con la tranquilidad de conocer que la plaza que abandona ya ha sido cubierta, que no deja a su merced a los cerca de 460 habitantes que conforman los tres núcleos rurales, pero sobre todo con la satisfacción que reporta el trabajo bien hecho y el reconocimiento de los suyos: sus pacientes. Los mismos que recuerdan cómo se ha preocupado de todos y cada uno de ellos tras el estallido del Covid y cómo, incluso, los llamaba personalmente para preguntarles cómo se encontraban.
Por ello, el pueblo de Granja le ha hecho entrega de una placa agradecimiento y un kit de recogida de setas, navaja y un libro de micología para que allá donde vaya lleve el recuerdo de los pueblos a los que sirvió durante la que ha sido la mayor crisis sanitarios de nuestro país en la historia reciente.
Ha sido el propio alcalde, Juan Carro, el encargado de hacerle entrega de este sencillo pero emotivo regalo en el bar Teleclub entre los aplausos de quienes aún con la mascarilla de por medio le agradecieron con una sonrisa su entrega en tiempos de restricciones, confinamientos y medidas restrictivas.
