El frío extremo marca el amanecer del 7 de mayo en Zamora

Zamora helada
Santa Eulalia de Rionegro y Villanueva de Valrojo, bajo cero

El calendario avanza hacia el verano, pero el termómetro parece empeñado en retroceder al invierno. En la madrugada de este 7 de mayo, varias zonas de la provincia de Zamora han registrado temperaturas inusualmente bajas, que han rozado e incluso superado el umbral de los cero grados. Una vez más, el contraste térmico propio de esta tierra vuelve a ser noticia.

Santa Eulalia de Rionegro y Villanueva de Valrojo han sido los dos puntos más fríos de la provincia, con registros de -2,1 ºC y -1,5 ºC, respectivamente, entre las 5:00 y las 7:00 horas de la mañana. Ambas localidades han marcado mínimos que, aunque no son récord históricos, sí sitúan a Zamora entre las zonas más frías de España en pleno mes de mayo. Solo las estaciones de esquí del Pirineo y la Cordillera Cantábrica han registrado valores similares o inferiores.

Este nuevo episodio de frío extremo, tan atípico como preocupante para los cultivos, deja claro que la primavera sigue sin asentarse del todo. A pesar del intenso sol que protagoniza el día en la mayor parte de la provincia, los termómetros arrancaron la jornada con valores negativos en las zonas más altas de Sanabria y Carballeda, y con heladas débiles en otras comarcas del norte y oeste zamorano.

Aunque no se prevén nuevas bajadas tan drásticas en los próximos días, los agricultores siguen muy atentos a la evolución meteorológica. Y es que, en esta época de brotes y floración, una helada tardía puede arruinar cosechas enteras, especialmente en cultivos sensibles como la vid, la patata o algunas frutas de temporada.

Por su parte, en Zamora capital y en los municipios del alfoz, el descenso también se dejó notar, aunque de forma más moderada, con mínimas que oscilaron entre los 3 y 5 grados. El contraste con las máximas, que este martes podrían superar los 20 ºC, deja un día marcado por el vaivén térmico y la sensación de “invierno al amanecer, primavera al mediodía”.

Una vez más, Zamora se cuela en los mapas meteorológicos nacionales no solo por sus paisajes o cielos despejados, sino también por esos fríos persistentes que, incluso en pleno mayo, nos recuerdan que aquí el abrigo no se guarda tan pronto.