El fotoperiodista que se enamoró de Sayago, los Arribes y Argusino, reconocido por su implicación con el mundo rural

El fotoperiodista Daniel Keral
Daniel Keral ha sido el ganador del primer Premio Nacional de Periodismo en el Mundo Rural Ainhoa Camino

Pocos rincones del mundo le quedan por descubrir a Daniel Castro Gutiérrez, o lo que es lo mismo Daniel Keral. Este fotoperiodista, aventurero por vocación y de profesión, es un amante empedernido de los rincones por descubrir, pero también de las joyas ocultas en el mundo rural. Su trabajo le ha valido el I Premio Nacional de Periodismo en el Mundo Rural Ainhoa Camino

Ha sido por el reportaje "Si perdemos las estrellas" que escribió para Revista Salvaje sobre A Veiga, la contaminación lumínica y el turismo Starlight, la que le ha valido el pase a este concurso y su reconocimiento. "Un texto donde hablo de ciencia, de cronobiología, de Isaac Asimov, del universo y de Rosalía de Castro".

No es su primer premio, ya que Keral también ha sido reconocido con el Premio Internacional de Comunicación Turística PICOT 2017 al mejor Blog revelación de viajes mientras en un año ante fue finalista del XXVII Premio Narración Breve de la UNED. Porque este profesional, que ha trabajado para medios de prestigio como Condé Nast Traveler España, Radio Viajera, Viaje con Escalas o la revista Salvaje, es un enamorado empedernido de la tierra, de la España Vaciada, de los olvidados que siguen siendo el verdadero patrimonio de este país y de cada provincia. 

El fotoperiodista Daniel Keral

De Daniel Keral se podría decir mucho, pero basta con hacer valer su especial implicación con la provincia de Zamora, en especial con la comarca de Sayago y la frontera portuguesa. 

Escritor trashumante, sus pies han sorteado los inmensos parajes de piedra en seco que cubren los campos llanos de Sayago, de las últimas alfareras de Carbellino y de la tradición del barro que se mantiene en Pereruela como referente y exportador a nivel mundial de sus hornos y vasijas.

Se ha enamorado de los Arribes del Duero, de sus jaras, espliegos, alcornoques, enebros, olivos, vides y frutales, también del puente de Requejo y de las gastronomía de la zona produciendo un aceite de oliva multipremiado o con la presencia de la DO Arribes. También, como no, de sus mermeladerías, fábricas de quesos y de sus principales valedores como Nuria de Numa Cerámica a la cabeza. 

Su artículo "Volverás a Sayago (si te atreves a pasar por allí)" -volver a leerlo AQUÍ siempre es un placer- aún recuerda el 50 aniversario de la desaparición de Argusino de Sayago bajo las aguas del mal llamado embalse de Almendra. Un artículo que fue una oda a la tradición sayaguesa, pero también a la apuesta por la innovación de la mano de festivales neorrurales como el Cozcurrita Sound Fest o del la tecnología con la presencia del  observatorio de Sobradillo que forma parte de la IAU (Unión Internacional Astronómica) .