El Cristo de la Piedad, símbolo de identidad y memoria, protagonista en la procesión del Silencio en Alcañices
En una noche marcada por la devoción y la tradición, el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez Domínguez, se unió a los fieles y devotos en la procesión del Silencio en Alcañices. Este evento, que ha ganado renombre por su carga espiritual y su arraigada historia, contó con la presencia de autoridades comarcales y locales, así como de miembros destacados de la comunidad alistana.
La noche del Miércoles Santo en Alcañices es un momento en el que el tiempo parece detenerse, donde alistanos y trasmontanos se congregan para participar en un acto de fe y tradición. El ambiente está impregnado de silencio, solo interrumpido por el sonido de las matracas, carracas de los cofrades, redoblantes y golpes de bombo de los alumnos de la Escuela Alistana de Manteos y Monteras.
A pesar de las inclemencias del tiempo, cerca de sesenta cofrades, ataviados con sus capas características, acompañaron al Cristo en un gesto de profunda veneración.
La figura del Cristo, tallada en madera policromada del siglo XIII, posee un valor artístico y religioso incalculable para los alistanos, siendo objeto de devoción y respeto. Transportado sobre una mesa adornada con claveles rojos, el Cristo representa la identidad y la memoria del pueblo, siendo el centro de atención de la procesión.
La Cofradía de la Capa veló por el buen desarrollo de la procesión, mientras que las sopas de ajo, servidas al final del recorrido, evocaron recuerdos del pasado y reforzaron el sentido de comunidad. Más que un evento religioso, la procesión del Silencio en Alcañices es un encuentro con la tradición y el misticismo, un espacio para la reflexión y la conexión con la fe, y un recordatorio de la importancia de preservar las tradiciones.
Esta tradición ancestral se mantiene viva desde hace siglos, siendo un símbolo de la cultura y la identidad de Alcañices. Con un ambiente de silencio y recogimiento, la procesión es un homenaje al Cristo de la Piedad y un legado que se transmite de generación en generación.