Cuando se deteriora el entorno natural perdemos todos. Perdemos todos, y lo hacemos en una dimensión mucho mayor de lo que creemos porque la naturaleza nos beneficia en múltiples aspectos. Unos beneficios que se canalizan principalmente a través del mundo rural y de sus habitantes.
Cuando se produce un incendio forestal de la magnitud del sucedido hace escasas semanas en la Sierra de la Culebra y las comarcas aledañas se produce un desastre ambiental, económico y social. Un desastre que golpea primero a las comarcas afectadas directamente por el mismo, pero que también tiene un efecto para toda la sociedad en su conjunto. Efectos que son necesarios cuantificar y que deben servir de estímulo para hacer un esfuerzo mayor tanto en la protección del medio natural como el desarrollo de los pueblos que lo sustentan.
Tras el incendio de la Sierra de la Culebra, desde la Coordinadora Rural Zamora y la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de la Universidad de Salamanca se tomó la determinación de realizar un estudio inicial para cuantificar económicamente los daños ocasionados por el incendio. Una valoración global, que incluyera tanto las pérdidas de producción en los diferentes sectores económicos vinculados al medio natural como los servicios de ecosistema de provisión, regulación y culturales. Una visión amplia que contribuyera a marcar la dimensión real del impacto del incendio. Los datos que se arrojan en este estudio son los siguientes:
Esta estimación inicial indica que el incendio de la Sierra de la Culebra, tiene un coste para la sociedad de 76.166.293€ anuales. Costes que como se citó anteriormente, son soportados primeramente por los habitantes de los pueblos afectados, pero que también tienen su impacto social.
Estos datos fueron presentados en la tarde de ayer en la localidad de Villanueva de Valrojo. Encuentro en el que se debatió sobre los aspectos incluidos en el informe, así como diversas sugerencias de los asistentes. También se aprovechó la reunión para poner en valor la labor de las personas que viven en los pueblos como gestores del patrimonio natural que beneficia a toda la sociedad.
Hay que tener en cuenta que tanto la comunidad de Castilla y León y España como país poseen una enorme riqueza natural que debe ser preservada. Protección que pasa ineludiblemente por por mantener la vida en los pueblos, y compensar a este medio rural por la imprescindible labor que realizan.
