Comprar casa en un pueblo de Zamora, más barato que una prefabricada: la comparativa que conquista a quienes buscan hogar
En un mercado inmobiliario que expulsa a muchos compradores por sus precios desorbitados, la provincia de Zamora se erige como el gran secreto del mercado inmobiliario en España. Esta tierra, rica en patrimonio, naturaleza y calidad de vida, ofrece viviendas por precios tan bajos que superan incluso a las opciones más económicas del sector, como las casas prefabricadas.
Mientras en Madrid, Barcelona o Valencia el metro cuadrado roza los 4.000 euros, en Zamora es posible hacerse con una vivienda por menos de 10.000 euros. Una cifra que, para muchos, supone una auténtica revolución inmobiliaria. Pueblos como Manzanal de Arriba, Villamayor de Campos, Fermoselle, Coomonte o Cernadilla se han convertido en destinos clave para quienes buscan una vivienda asequible.
Ejemplos reales lo demuestran: en Manzanal de Arriba hay casas por apenas 3.000 euros; en Villamayor de Campos se encuentra una bodega tradicional por 3.500 euros; en Fermoselle, una vivienda en pleno casco histórico está disponible por solo 7.000 euros; en Coomonte se ofrecen casas con terrenos por 12.000 euros; y en Cernadilla, una casa de piedra con terrenos adicionales se vende por 20.000 euros.
Estas cifras contrastan radicalmente con el coste de las casas prefabricadas, cada vez más populares. Una vivienda prefabricada básica de 50 metros cuadrados ronda los 30.000 euros. Si se busca una más amplia, de 70 m² con calidades medias, el precio supera los 70.000 euros, mientras que una de 100 m² con acabados de alta gama puede rebasar los 120.000 euros. Y a este gasto inicial hay que sumarle el coste del terreno, la cimentación y la conexión a suministros básicos.
Por tanto, en la comparativa, la balanza se inclina claramente hacia Zamora. Comprar una casa tradicional en esta provincia permite adquirir una propiedad por precios mínimos e ir reformándola poco a poco, adaptándola a las necesidades personales y familiares. Incluso sumando los costes de rehabilitación, la inversión final suele ser inferior al coste de una prefabricada totalmente nueva.
Pero Zamora no solo es sinónimo de precios bajos. Aquí también se vive bien. El Parque Natural del Lago de Sanabria, las Arribes del Duero, el románico de la capital y el buen vino de Toro son solo algunos de los atractivos de una provincia que ofrece tranquilidad, aire puro y la calidez de sus gentes.
El auge del teletrabajo ha convertido a estos pueblos en destinos deseados para quienes buscan calidad de vida y huyen del estrés urbano. Además, la buena conectividad por carretera y tren facilita la movilidad hacia las ciudades cercanas.
Invertir en una casa en un pueblo de Zamora es más que adquirir una propiedad; es asegurar un futuro con menos presiones económicas y rodeado de naturaleza y tradición. En definitiva, es cumplir el sueño de tener una vivienda propia por menos de lo que cuesta una prefabricada. Y ese sueño, en Zamora, está al alcance de todos.