El Año Nuevo da paso a las Mascaradas de enero en la provincia de Zamora
Riofrío de Aliste, Sarracín, Abejera y Montamarta viven este día 1 de enero sus ritos más tradicionales, que se completan con la Visparra o Talanqueira de San Martín de Castañeda
La festividad de Año Nuevo da paso a las Mascaradas del mes de enero y sus ritos mágicos y ancestrales que representan la renovación, el paso a un nuevo ciclo, el enfrentamiento del bien contra el mal o el paso a la edad adulta de los mozos del pueblo. En Riofrío de Aliste, Sarracín y Abejera ya están preparados los cencerros de sus Carochos o Diablos, mientras el Zangarrón de Montamarta vela armas antes de salir a correr por las calles del pueblo. Y más allá, en San Martín de Castañeda, el pueblo cuenta los días que restan para su tradicional Visparra o Talanqueira.
Estos pueblos son la memoria, los resquicios de la Zamora mágica, de los ritos profanos adaptados al calendario cristiano. Sus mascaradas son el tesoro de la Zamora rural, el legado que pasa de padres a hijos, que lucen con orgullo sus máscaras y sus vistosos trajes de colores y que representan el ciclo de la vida a través de los siglos.
Riofrío de Aliste (LOS CAROCHOS)
En el primer día del año los personajes recorren las calles de Riofrío de Aliste en la que es la mascarada más completa de cuantas perviven en la provincia, que constituye una auténtica representación teatral y que se prolonga hasta el anochecer. La aparición de los Carochos, envueltos en humo y profiriendo grandes gritos, es tan espectacular como su vestimenta. Por la mañana, tienen lugar las dos primeras peleas, la petición de aguinaldo y el paso del Río Frío, cuyo puente vertebra la mascarada, pues lo atraviesan los Carochos. Después de una pausa para comer, la celebración se prolonga durante toda la tarde. Especial importancia tienen los vecinos del pueblo y los espectadores, que se implican en la mascarada como parte de ella. La fiesta está declarada de Interés Turístico Internacional.
Sarracín de Aliste (LOS DIABLOS)
También en la comarca de Aliste, pero en el pueblo de Sarracín, el día 1 de enero recorren sus calles los Diablos, vestidos de negro y provistos de caretas de corcho, tenazas, cencerros y varas. Aunque los diablos son los personajes principales, en la mascarada participan además la Filandorra y Rullón, el Ciego y el Molacillo, la Madama y el Galán, más dos Pobres del Saco.
Abejera (Los Cencerrones)
En esta fiesta interviene en primer lugar el Cencerrón y la Filandorra en la plaza haciendo sonar los cencerros atados a la cintura. Posteriormente aparecen el resto de personajes de la mascarada con los que entablan luchas y embestidas, arrojándose ceniza.
Montamarta (EL ZANGARRÓN)
Montamarta acoge en sus calles los días 1 y 6 de enero el paso del Zangarrón, un diablo de vistosos colores y careta de cuero que va azotando a los vecinos con un tridente. Dos son los escogidos, entre los quintos de cada año, para interpretar el papel de Zangarrón, uno en Año Nuevo y otro el día de Reyes. Elementos tradicionales de esta fiesta son los cencerros, el aguinaldo, la bendición de los panes y la venia a las autoridades en una fiesta que comienza de madrugada cuando los jóvenes van a buscar al Zangarrón y se inicia el rito de vestirlo, algo muy laborioso pues cada pieza va cosida y requiere paciencia y pericia hacerlo.