El agua potable de la provincia de Zamora en jaque: Rabanales se suma a la lista
Zamora Sí ha denunciado la "caótica" situación del control del agua potable en el municipio de Rabanales, tras los informes que mostraban valores elevados de manganeso hace unas semanas en Grisuela y ahora en Rabanales.
El Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC) del Ministerio de Sanidad ha publicado un análisis de vigilancia sanitaria del agua en Rabanales realizado el pasado 7 de noviembre que arrojaba unos valores de Manganeso de 145 ug/l, lo que triplica los valores máximos permitidos para el consumo humano. Un informe posterior de Sanidad sigue manteniendo los valores en 90 ug/l, muy por encima de los 50 ug/l máximos permitidos.
El agua potable con altos niveles de manganeso puede dañar el desarrollo del cerebro en bebés y niños pequeños, afectando a la memoria, atención o problemas motores.
Zamora Sí destaca que "no es razonable que exista desde hace más de 15 días un análisis oficial de Sanidad que califica el agua de Rabanales como no apta para el consumo y que no se haya informado a los vecinos de la situación ni de las medidas tomadas".
Así, la formación recuerda que "son varios los pueblos de la provincia que en algún momento han presentado problemas en la calidad del agua, pero no entiende por qué Rabanales es el único municipio que oculta esta información a los vecinos y no adopta medidas inmediatas de suministro con garrafas facilitadas por la Diputación desde el mismo día en que se publican los informes, como se ha hecho recientemente en Villaralbo, gobernado por el mismo partido político que el municipio alistano, y como se hace en el resto de municipios de la provincia".
Juan José Caballero, portavoz de Zamora Sí en el Ayuntamiento de Rabanales, le pide al alcalde popular Santiago Moral que facilite toda la información posible sobre un tema de sanidad pública "tan importante, y que se tomen las medidas que sean necesarias para asegurar el suministro a los vecinos de Rabanales mientras los análisis no confirmen la solución al problema".
"Fue muy imprudente que el alcalde llamara por teléfono a los vecinos de Grisuela asegurando que se podía beber el agua sin problema antes de disponer de un análisis oficial previo que lo confirmara, al mismo tiempo que recomendaba en prensa no consumir agua del grifo. Ahora es el momento de ser responsables, transparentes y plantear soluciones. El papel de un ayuntamiento serio debería ser informar y actuar, no echarle la culpa de todos los problemas a la oposición o a la corporación anterior", ha denunciado.