Tensión y brevedad en el interrogatorio de Begoña Gómez
Ayer, 9 de septiembre, se hizo público el interrogatorio de Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, que se llevó a cabo el 19 de julio en los juzgados de Plaza de Castilla y duró 2 minutos y 36 segundos. Durante la audiencia, Gómez apenas pronunció diez palabras, incluyendo su negativa a declarar. La sesión estuvo marcada por la tensión entre el juez Juan Carlos Peinado y el abogado de Gómez, Antonio Camacho, quien interrumpió al juez antes de que Gómez pudiera responder.
Camacho intentó intervenir explicando que su defendida no declararía por recomendación de la defensa, argumentando que el caso carece de base clara. El juez Peinado, molesto, recordó que era la imputada quien debía manifestar personalmente su decisión. Finalmente, Gómez dijo "no voy a declarar", tras lo cual se dio por concluida la diligencia de forma abrupta.
La Fiscalía de Madrid ha solicitado la investigación del abogado Aitor Guisasola por posible revelación de secretos en este caso, después de que compartiera información sobre el proceso en su canal de YouTube. Aunque la Fiscalía no ve indicios para investigar al juez Peinado por las acusaciones de revelar datos reservados, considera que la actuación de Guisasola podría ser constitutiva de delito.
El caso ha generado dos querellas por presunta prevaricación contra el juez Peinado, presentadas por la Abogacía del Estado y la defensa de Gómez. Ambas denuncian que la investigación contra Gómez se basa en irregularidades y falta de claridad sobre los cargos. A pesar de estas controversias, el juez ha intensificado la investigación, incluyendo nuevos testimonios y diligencias, entre ellas la citación de Pedro Sánchez y del empresario Carlos Barrabés.