Santiago Abascal pronuncia un polémico discurso en Washington: ¿ataque a la Universidad de Salamanca o crítica al dogmatismo académico?

Santiago Abascal durante la Conferencia de Acción Política Conservadora celebrado en Maryland. Fotografía: Vox
Pedro Requejo, exdiputado por Zamora, ha defendido la postura de Abascal, argumentando que es necesario cuestionar el dogmatismo académico y fomentar la diversidad de pensamiento en las instituciones educativas

El líder del partido político español Vox, Santiago Abascal, generó controversia tras su intervención en la Conferencia de la Acción Política Conservadora en Washington el pasado 27 de febrero. Durante su discurso, Abascal abordó diversos temas, incluyendo una crítica hacia lo que denominó como "élites globalistas y socialistas" y su supuesta influencia a través de la Agenda 2030 y el Pacto Verde europeo.

Sin embargo, fueron dos frases en particular las que provocaron un fuerte debate, especialmente en el ámbito académico. Abascal afirmó que "El socialismo y el globalismo gobiernan contra el pueblo" y que "Las antiguas universidades, como la de Salamanca, la de Bolonia o la de Harvard, han sido convertidas hoy en máquinas de censura, coacción, adoctrinamiento y antisemitismo".

Estas palabras desencadenaron una respuesta de la Universidad de Salamanca, donde se interpretó como un ataque al prestigio y la integridad de la institución académica. Sin embargo, Abascal sostiene que su crítica no está dirigida a la Universidad de Salamanca en particular, sino al dogmatismo imperante en el mundo universitario, al que acusa de coartar la libertad de pensamiento y promover la ideología Woke.

En respuesta a la polémica, Pedro Requejo, exdiputado por Zamora, ha defendido la postura de Abascal, argumentando que es necesario cuestionar el dogmatismo académico y fomentar la diversidad de pensamiento en las instituciones educativas. Requejo también critica la respuesta del grupo municipal Zamora, Sí, por presentar una moción en apoyo a la Universidad de Salamanca, considerándola una maniobra política sin sustento real.

Este episodio ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la libertad de expresión y el papel de las universidades en la sociedad actual. Mientras algunos ven en las palabras de Abascal un intento de censurar la diversidad de pensamiento, otros lo interpretan como una crítica legítima al dogmatismo ideológico que permea en ciertos ámbitos académicos. En última instancia, queda en manos de la opinión pública y de las instituciones discernir entre el debate genuino y la manipulación política.