El Instituto de Física Corpuscular (IFIC), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de València (UV), en el Parc Científic de la UV en Paterna (Valencia), ha marcado un hito en la lucha contra el cáncer con la inauguración de la primera fase de un acelerador lineal compacto de iones. Esta tecnología, considerada una de las futuras terapias más efectivas en tratamientos radiológicos contra el cáncer, promete revolucionar la forma en que se aborda esta enfermedad.
Con un presupuesto de 18 millones de euros, este proyecto se desarrollará durante los próximos cinco años con el objetivo de desarrollar tecnología para tratar tumores con gran precisión y baja toxicidad. Se espera que esta instalación sea pionera en el mundo en equipos de este tipo, permitiendo el desarrollo de programas de investigación y terapia avanzados.
El acelerador-inyector lineal para iones de carbono (C6+), con una energía de al menos 10 megaelectronvoltios por nucleón (MeV/n), será la base de una instalación que funcionará en el IFIC para su explotación científica en biomedicina preclínica y radiobiología. Esta tecnología de vanguardia ofrecerá un tratamiento con protones o iones recomendado especialmente para casos pediátricos y tumores radio-resistentes.
Según el doctor Carlos Ferrer Albiach, director científico de la Fundación de Investigación del Hospital Provincial de Castellón, colaborador y asesor del proyecto, "las partículas pesadas superan en actividad antitumoral a los protones manteniendo la selectividad y protección de los tejidos sanos. Son el modelo de radioterapia para el siglo XXI".
La instalación prevista en el IFIC abrirá un amplio abanico de posibilidades para la investigación en el campo de la radioterapia. Desde modelizar y sistematizar el comportamiento de los iones hasta estudiar nuevas técnicas de deposición de dosis, pasando por la posibilidad de utilizar diferentes iones de manera combinada.
Este avance representa un paso significativo en la lucha contra el cáncer y marca el inicio de una nueva era en la radioterapia, donde la precisión y la eficacia en el tratamiento serán fundamentales para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por esta enfermedad.
