Los productores de legumbres de Castilla y León quieren doblar la producción tras la recomendación de la OMS de duplicar el consumo

COAG Castilla y León analiza un cultivo que mueve en la región 65 millones de euros a quien la pandemia ha mostrado las enormes posibilidades de crecimiento que tiene su mercado.

 El sector piensa que se puede crecer de las 22.000 hectáreas actuales a las 40 o 50.000 en los próximos años porque hay tierras, agricultores y mercado. El reto será elevar el porcentaje de producción protegida por sellos de calidad, que ahora está en torno al 30 por ciento, para que el agricultor vea incrementado el precio percibido por sus productos.

Castilla y León lidera la relación por figuras de calidad con cinco indicaciones geográficas protegidas, Lenteja de la Armuña, Garbanzo de Fuentesaúco, Judía del Barco de Ávila, Alubia de la Bañeza y Lenteja de Tierra de Campos, y dos marcas de garantía, Judión de la Granja y Garbanzo Pedrosillano.

Las figuras de calidad venden casi 8 millones de euros, emplean a 800 personas y amparan a 580 explotaciones agrarias y a 46 empresas.

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