Una tormenta geomagnética bastante intensa, de clase G3, está en marcha entre el 12 y 13 de mayo. Una eyección de masa coronal (CME), una especie de ‘llamarada’ solar, disparará a la Tierra e interactuará con el campo magnético produciendo auroras boreales visibles en latitudes bajas.
A no ser que las horas de luz solar lo impidan, los cielos oscuros permitirán visualizar auroras boreales las próximas noches en zonas donde es impensable, como los estados “desde Pensilvania hasta Iowa y Oregón”.
Otras consecuencias podrán ser alteraciones en los satélites en órbita, así como "problemas intermitentes de navegación por satélite (GPS), incluida la pérdida de bloqueo y un error de mayor alcance".
