El principal objetivo de estas nuevas regulaciones es promover una fertilización racional y eficiente de los cultivos, con el fin de garantizar la sostenibilidad productiva y ambiental de la agricultura. Esta iniciativa se alinea con la estrategia europea "De la Granja a la Mesa", que busca hacer más sostenible la producción de alimentos en toda la Unión Europea.
Tras más de un año de aplicación, el Gobierno ha decidido reformar el decreto original para facilitar la adopción de prácticas sostenibles en la nutrición de suelos agrarios. Entre las principales modificaciones se incluyen la simplificación de aspectos técnicos, la mejora de la coherencia con otras normativas, como la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, y la clarificación de disposiciones clave para agricultores y ganaderos.
Uno de los cambios más destacados es la inclusión de incentivos para el uso del cuaderno digital de explotación, que ahora será opcional. Este cuaderno digital permitirá a los agricultores registrar de manera más eficiente la información relacionada con el plan de abonado, como la determinación precisa de las dosis de fertilizantes.
La nueva normativa también introduce disposiciones más claras para reducir la emisión de amoníaco y promover tecnologías que disminuyan el riesgo de lixiviación, un proceso que puede contaminar los suelos y el agua subterránea.
Además, se flexibilizan las obligaciones vinculadas al uso de estiércoles, abonos y otros materiales orgánicos. Entre las modificaciones, se amplía de 5 a 10 días el plazo permitido para el apilamiento de estiércol, que puede llegar a 20 días si el material ha sido compostado o digerido. También se extiende a 24 horas el plazo para el enterrado de estos materiales, facilitando así su manejo y aplicación en los campos.
Estas modificaciones forman parte del compromiso del Gobierno para mejorar la eficiencia y rentabilidad de la agricultura, en un contexto donde los precios de los fertilizantes han alcanzado niveles elevados. La fertilización racional de los suelos no solo es esencial para proteger el medio ambiente, sino que también es clave para garantizar la viabilidad económica de los agricultores.
El nuevo real decreto refleja la intención del Ejecutivo de seguir apoyando al sector agrario, en colaboración con organizaciones como la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, para construir un futuro más sostenible y próspero para la agricultura española.
