La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU ha dado hoy su visto bueno al uso de la vacuna de la multinacionar americana Pzifer en colaboración con BioNTech en una autorización de emergencia marcada por la polémica política y la celeridad del mandatario saliente, Donald Trump.
El actual ocupante de la Casa Blanca advirtió al director de la FDA que podía preparar su dimisión si la autorización no llegaba en el día de hoy. Sin embargo, desde la agencia sostienen que "la decisión de sigue un proceso de revisión abierto y transparente".
Trump se ha sacudido las malas noticias del Tribunal Supremo, que agota sus opciones para reconquistar la presidencia del país, con el anuncio de la autorización de la vacuna de Pzifer y que ha acompañado con el anuncio de una campana de vacunación inminente y que arrancará "en menos de 24 horas". A partir de ahí, serán los gobernadores de cada estado quienes establezcan el calendario de vacunación y el orden a seguir.
Pese a ello, Trump ha señalado que anticipar estas vacunas a la población de mayor riesgo (mayores y trabajadores del sector sanitario y sociosanitario) ayudaría a reducir drásticamente las muertes y hospitalizaciones en un país que está registrando los peores datos desde el inicio de la pandemia.
