La situación económica actual de la gran mayoría de las familias se ha visto muy afectada por la pandemia de la COVID-19. Más allá de grandes cifras macroeconómicas que reflejan caídas del consumo, subidas de ahorro, descensos en el empleo o numerosos ERTES, el comportamiento o reacción ante esta situación tiene muchos e importantes matices.
Además de las diferencias geográficas (comunidades autónomas) muy vinculadas a sectores vitales como
el turismo, hay otras diferencias importantes por sexo, grupo de edad, y especialmente relacionadas con la situación laboral.
En este informe descubrirás que:
-Casi la mitad de los españoles (un 46,2%) considera que su situación actual es peor (29,1%) o mucho peor (17,1%) que hace seis meses. Un porcentaje similar, 45,4% la define como igual y solo un 8,4% la considera mejor o mucho mejor.
-El pesimismo se ceba entre los autónomos (el 60,7%) y los más jóvenes (el 55%). Un escaso 5% piensa que su situación financiera actual mejorará a corto plazo.
-La mitad de los encuestados ha visto reducidos sus ingresos y al margen de los que se encuentran en situación de ERTE, cuya merma es obvia, son los autónomos los que declaran mayor sangría (el 70%). La población mayor (> 65 años), en un amplio 88%, declara que sus ingresos se mantienen igual.
Frente a la disminución de ingresos, hay un relevante 24% de los encuestados que manifiesta haber aumentado sus gastos, lo que nos situaría en un preocupante desequilibrio financiero para muchas familias.
-Solo un 18% de la población reconoce que está ahorrando más, frente al 40,3% que señala que no lo hace por no tener capacidad para ello y un 23,4% que afirma que está utilizando sus ahorros para su día a día (18,1% restante reconoce no haber visto modificada su situación).
-Casi la mitad de la población (48,9%) declara haber solicitado algún tipo de ayuda financiera, sobre todo a familiares y entorno próximo. El banco ha concedido el 60% de los préstamos solicitados.