El 2025 arrancará con un incremento generalizado de precios e impuestos, te contamos cuales son
El inicio de 2025 traerá consigo un panorama económico marcado por el encarecimiento de servicios esenciales, alimentos, impuestos y nuevas tasas. La factura de la luz, la telefonía móvil y los costes relacionados con la vivienda figuran entre los protagonistas de este incremento, mientras que otras medidas, como la congelación de los precios del transporte público, intentan amortiguar el impacto en los bolsillos de los ciudadanos.
La electricidad recuperará los niveles impositivos anteriores a la crisis energética, con un IVA que subirá del 5% actual al 21%. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), esta medida podría traducirse en un aumento de hasta un 13% en las facturas mensuales, lo que equivaldría a más de 100 euros adicionales al año para el consumidor medio. Por otro lado, alimentos como el aceite y la pasta verán incrementos en su IVA: del 2% al 4% en el caso del aceite y del 7,5% al 10% para la pasta.
El mercado inmobiliario continuará siendo un reto, con previsiones de aumento tanto en el alquiler como en la compra de vivienda, impulsado por la escasez de oferta en las grandes ciudades y la política de reducción de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE). Este panorama agrava aún más el acceso a una vivienda asequible, especialmente en zonas urbanas.
Una de las novedades más significativas será la implantación de una tasa municipal de basuras en localidades con más de 5.000 habitantes. Este impuesto, que busca financiar los servicios de gestión de residuos, podría suponer un coste adicional anual de entre 165 y 200 euros por hogar, según estimaciones del Consejo General de Economistas. Asimismo, las cotizaciones sociales aumentarán de forma moderada, y se implementará una "cuota de solidaridad" para rentas superiores a los 58.908 euros anuales.
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) también sufrirá modificaciones, con un incremento del 28% al 30% en los tramos más altos.
Otros productos, como los vapeadores y cigarrillos electrónicos, estarán sujetos a una mayor fiscalidad.
No todas las noticias son negativas. Las pensiones contributivas aumentarán un 2,8%, mientras que las mínimas y las prestaciones no contributivas tendrán subidas más pronunciadas, del 6% y el 9%, respectivamente. Por su parte, el salario mínimo interprofesional (SMI) también se revalorizará, aunque aún no se han concretado los detalles.
En contraste con las subidas generalizadas, el transporte público mantendrá sus precios congelados en muchas regiones gracias a la prórroga de los descuentos aprobada por el Gobierno. Comunidades como Madrid, Cataluña y Valencia han confirmado que extenderán estas ayudas al menos hasta mediados de 2025.