La lentitud burocrática y la incertidumbre en la alimentación de Celia Sánchez, una niña de seis años de origen zamorano que sufre para poder comer

Celia Sánchez, de origen zamorano, es una niña de seis años de edad y sufre una discapacidad del 75% en su cuerpo. Para poder comer utiliza una bomba de alimentación nasogástrica, sin embargo, en el colegio de Educación Especial de Latores, Oviedo, al que acude no cuenta con la autorización ni personal necesario para conectar el tubo que ha de llevar en la nariz con la bomba.

Luis Sánchez y la zamorana María Yésica, son los padres de Celia Sánchez. La niña, de seis años de edad, sufre un 75% de discapacidad en su cuerpo y no puede comer por sí sola. Con los problemas en la alimentación, desde el 17 de noviembre de 2019 cuenta con una sonda nasogástrica para poder comer a base de 200 mililitros de una solución especial. Sus padres decidieron que la niña iniciase su educación en el colegio de Educación Especial de Latores, en Oviedo.

Para sorpresa de Luis Sánchez y María Yésica, según publican en su Facebook, el colegio, ante el desconocimiento y la falta de información a los padres, no dispone de personal autorizado para poder dar de comer mediante sonda a los niños y niñas. 

Ante esta situación, los padres tomaron la decisión de acudir a las Consejerías de Educación y Sanidad y así evitar que Luis Sánchez tuviese que recorrer a diario 60 kilómetros para dar de comer a su hija, lo que le resta cuatro horas de educación -el horario en el colegio es de 10 de la mañana hasta las cinco de la tarde-. Publican que el colegio ha hecho todo el papeleo correspondiente para solicitar la presencia de una persona para dica actividad.

Pero para mayor sorpresa de los padres, ambos Ministerios han denegado que acuda un profesional para que Celia pueda comer, por lo que su padre tendrá que seguir recorriendo la distancia para que su hija pueda comer. Por el momento, además de la espera a la respuesta de los Ministerios, la pequeña Celia está pendiente, desde diciembre, de que le sustituyan la bomba nasogástrica por un sistema PEG (gastrostomía endoscópica percutánea), que le permitirá alimentarse gracias a un tubo flexible que se le colocará desde la pared abdominal hasta el estómago.

A pesar de que a los padres les han garantizado que el procedimiento se llevará a cabo, todavía no hay fecha concreta para realizar este cambio. Mientras tanto, es la pequeña Celia quien sufre las consecuencias de la lentitud burocrática de las instituciones.