La Iglesia de Santa María del Castillo de Montamarta, en peligro por la erosión y la filtración de agua

Un informe del Obispado de Zamora decidirá cuáles son los daños y que intervenciones podrán realizarse. La iglesia de Santa María del Castillo de Montamarta, un magnífico templo del siglo XV encaramado en lo alto del municipio y bañado por el embalse de Ricobayo, está en peligro por la erosión que hace que se desplace la tierra.

 "La sacristía y el camarín de la Virgen del Castillo están ya desplazados", asegura Matías Pérez, párroco de Montamarta desde el año 2007. Pero no es el único problema que amenaza esta iglesia. En el interior, las filtraciones de agua, no solo por la lluvia si no debido a un manantial subterráneo, están provocando daños en la estructura. "Desde que estoy ejerciendo aquí, veo esto cada vez más húmedo", indica el sacerdote durante la visita a la parroquia.

Santa María del Castillo es especial para los vecinos de Montamarta porque en ella descansa sentado en el atrio el Zangarrón. Es también el templo en el que hace tres venias tras finalizar la misa y pincha con el tridente dos panes, para abandonarlo sin dar la espalda al altar, haciendo nuevamente tres venias.

Como consecuencia de la pandemia, los daños no se han analizado hasta ahora, tras la visita hace unos días al templo del arquitecto de la Diócesis de Zamora. A la espera del informe, Matías Pérez, anuncia que abrirá la iglesia el Domingo y el Martes de Pascua con el fin de celebrar una eucaristía con aforo limitado por el coronavirus, "No habrá más actos", apostilla el sacerdote, debido a las restricciones sanitarias que impone la COVID-19. Nadie podrá acceder tampoco al camarín de la Virgen del Castillo debido a las grietas.

Aunque Montamarta tiene otra iglesia, la de San Miguel, en la que se realizan los ritos más cotidianos, la de Santa María del Castillo sigue teniendo la titularidad jurídica a pesar de ser la iglesia filial. Y los daños por la erosión no son los únicos que han dejado este templo al "desamparo" del paso de los años, los robos también han ido mermando la riqueza de un templo que ya no tiene ni retablo. El último hurto se remonta a 2010, año en el que unos desaprensivos accedieron al templo por el cementerio y se llevaron el niño Jesús que sujetaba la Virgen, imagen a la que cortaron la mano izquierda para poder llevarse la talla del "hijo" sin provocarle ningún deterioro.

"En los 13 años que llevo aquí como sacerdote, ya han entrado a robar dos veces en esta iglesia", lamenta Matías Pérez, "debido a la gran distancia que la separa del pueblo y donde es fácil entrar sin ser visto". Pero han habido más hurtos. En los años 70 robaron otras 4 imágenes, que datan del siglo XVIII, aunque la Guardia Civil las recuperó y, desde entonces, se guardan en la iglesia de San Miguel. Son las tallas de San Antonio, San Roque, Santa Lucía y San Sebastián.

 

Como curiosidad, Santa María del Castillo conserva una moldura que imita un altar, una "licencia" pictórica en escayola no muy habitual por estas tierras, y que posiblemente esté policromada con pan de oro, aunque ahora no se aprecia al estar la pared encalada. También son de destacar el artesonado y las losas del suelo. 

 

Montamarta tiene la peculiaridad de tener dos templos. En la actualidad, los ritos y las misas del día a día se realizan en la iglesia de San Miguel, construida por la gente del pueblo con materiales poco nobles. Es la parroquia de Montamarta desde que en 1908 un decreto del Obispo de Zamora así lo estableciera. En realidad, del  antiguo templo del siglo XVII solo se conserva una pared, el resto data ya del siglo XX. Como curiosidad, alberga una talla de San Andrés, del siglo XVI, al que crucificaron con la cruz invertida.

Otra de las singularidades del santuario es que luce en su altar las imágenes de Santa Gertrudis y San Bernardo de Claraval, santos poco habituales en las iglesias parroquiales, posibles donaciones del Monasterio de Granja de Moreruela y del convento de los Jerónimos que se asentó en este municipio de Tierra del Pan en 1407. Eso sí, San miguel acoge en su interior una magnífica talla de un Cristo.

GALERÍA DE IMÁGENES Las dos iglesias de Montamarta