¿Qué pasos seguirá la Iglesia Católica tras la muerte del papa Francisco?

Con la muerte del papa Francisco, la Iglesia Católica entra oficialmente en período de Sede Vacante, una etapa de transición que comienza con la constatación del fallecimiento del pontífice y desemboca en la elección de su sucesor. El proceso, regido por una normativa precisa que mezcla tradición y liturgia, arranca con la verificación de la muerte a cargo del camarlengo, el cardenal Kevin Farrell, quien también es el responsable de retirar el Anillo del Pescador, símbolo de la autoridad papal.

Una vez confirmada la defunción y declarada la Sede Vacante, el Vaticano comunica la noticia a través del propio camarlengo, que informa al Colegio Cardenalicio, a la Curia Romana y al conjunto de fieles. A partir de ese momento, la Iglesia queda bajo la administración temporal del Colegio de Cardenales, que asume la tarea de preparar el cónclave.

Durante estos días, el cuerpo del pontífice será velado para que los fieles puedan despedirse de él, con misas y actos litúrgicos en su honor. El entierro tendrá lugar en las Grutas Vaticanas, aunque algunos de los ritos y formas pueden variar, especialmente tras las modificaciones introducidas por el propio Francisco durante su pontificado.

La elección del nuevo papa se producirá en el cónclave, una asamblea cerrada que reunirá en la Capilla Sixtina a todos los cardenales menores de 80 años. Bajo juramento de confidencialidad, los electores participarán en votaciones dobles diarias —una por la mañana y otra por la tarde— hasta alcanzar una mayoría de dos tercios. La señal al mundo de que el sucesor ha sido elegido llegará con la famosa fumata blanca.

Finalmente, el nuevo pontífice será presentado al mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro. El anuncio lo realizará el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, con el tradicional “Habemus Papam”, dando inicio al nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.