Zamora "tropieza" con sus árboles
Las raíces han ganado la batalla al pavimento en varios puntos de la ciudad. La avenida de Requejo, a la salida de los institutos, y en el barrio de Pinilla, por detrás del colegio Virgen del Castillo, son dos ejemplos: las aceras se levantan, se agrietan o se deforman por el empuje silencioso de los árboles plantados a escasos centímetros del bordillo.
Los peatones sortean los desniveles como pueden. Quien camina con carrito, bastón o silla de ruedas lo tiene aún más difícil. No son baches de un día: las raíces llevan años creciendo bajo el pavimento hasta hacerlo estallar.
El problema no es nuevo ni exclusivo de estas zonas. En varias calles de Zamora, las raíces de los árboles han empezado a levantar el firme, provocando quejas vecinales y riesgos de caídas. Desde algunos colectivos, como Ahora Decide o la UPL, ya lo han denunciado y reclaman una revisión del mantenimiento y de las especies plantadas.
Los técnicos también han hablado y en numerosas ocasiones han declarado que el origen del problema está en el diseño urbano. En muchos casos se plantaron especies con raíces muy expansivas en aceras estrechas o con alcorques demasiado pequeños. Sin espacio para crecer hacia abajo, las raíces se abren paso hacia los lados, levantando las baldosas o rompiendo el cemento.
Al margen de las molestias y tropezones, muchos ciudadanos se hacen la misma pregunta: ¿se ha planteado correctamente la especie de árbol, el espacio para sus raíces y el mantenimiento del alcorque?.