El escaparate del quiosco Felipe, sito en la Rúa de los Francos, se convierte en estos días en una miniferia de la cerámica con la exposición de una original maqueta de la Plaza de Viriato en la que no falta ni un detalle de la tradicional cita con el barro y la alfarería de San Pedro, una de las señas de identidad de las fiestas de la ciudad.
Así, la maqueta muestra una Plaza de Viriato animada por los cacharros de cerámica y el verde de los árboles, a la que no le falta su cabina de teléfonos, su buzón, los paneles informativos del turismo ni las señalas de tráfico, además de la estatua de Viriato. Una pequeña joya de artesanía que detiene a los paseantes y vecinos del casco antiguo y que es digna de verse por el inmenso trabajo que lleva y el gusto con el que está realizada.