Como ya ocurriera en la anterior crecida las cuatro compuertas del salto de Villalcampo permanecen abiertas para desembalsar agua pendientes de las avenidas de caudal que se avecinan y en prevención de más volumen. Miles de metros cúbicos cúbicos por segundo de agua se vierten para aliviar la presión que supone el empuje de los cerca de 1.000 metros cúbicos por segundo que llegan a la presa.
Más en Imagen del Día
Imagen del Día
La feria del ajo llega por adelantado al Virgen de la Cocha
Imagen del Día