Así amanecía esta mañana el monumento al Merlú situado en la Plaza Mayor, con una planta arrancada de alguna maceta por un gamberro o un grupo de gamberros y colocada encima del tambor de la emblemática escultura de Antonio Pedrero.
Lo que es incomprensible es que estos hechos, que atentan contra el civismo y contra el patrimonio de la ciudad, se produzcan enfrente del cuartelillo de la Policía Local y que a la hora en que fue tomada la fotografía, las 9.45 horas, ni los servicios de limpieza ni la propia Policía hubiesen retirado la planta de uno de los monumentos más visitados y fotografiados de la capital zamorana.