Un Zamora en venta que deja su futuro en manos de próximos inversores

Después de un período marcado por la incertidumbre y las dudas sobre el futuro del equipo, el entrenador del equipo, David Movilla, confirmó este domingo en rueda de prensa que el club está oficialmente en venta. Una situación más que esperada tras la inestabilidad que presenta la entidad ante la situación judicial del actual presidente, Víctor de Aldama, con una trama de venta fraudulenta de mascarillas aprovechando la pandemia.

Un camino de incertidumbre en el que el futuro del club dependerá de lo que ocurra en los próximos meses, especialmente tras el sacrificio de los jugadores así como del resto de profesionales que conforman al Zamora y que llevan más de dos meses sin cobrar sus nóminas. Un club que, además, debería ascender a la categoría de Primera RFEF, pero "nosotros más de lo que estamos haciendo no podemos o no sabemos hacer”.

El técnico ha apelado también a la unión y al respaldo de la ciudadanía porque "si alguien quiere invertir en el club, preferirá ver 6.000 personas en el campo que no 1.500". Con todo esto, el equipo reafirma su compromiso de "partirse la cara en el césped" en cada encuentro, con el objetivo claro de lograr el ansiado ascenso de categoría y asegurar así un futuro más próspero para el club.

Sin embargo, el respaldo y el apoyo incondicional de los aficionados es fundamental en este camino. La presencia y el aliento de la afición en las gradas no solo brindan motivación extra, sino que también son un símbolo de unidad y apoyo hacia el equipo en momentos difíciles.