Sánchez, Rosón y Calderón

Los tres Reyes Magos del deporte zamorano en 2015 fueron, en esta edición, tres deportistas individuales, demostrando el cambio que se va produciendo en la provincia, sin abandonar los deportes colectivos, pero con un crecimiento exponencial de los individuales. Las grandes decepciones las trajeron los equipos con más solera en la provincia: El Zamora CF acabó en Tercera y el FS Zamora expulsado de la competición.

Hay tres nombres propios que brillan por encima del resto del deporte zamorano en 2015, son tres deportistas jóvenes que ya venían consiguiendo grandes éxitos en los últimos años pero que en esta edición tocaron techo.

Quizá, por encima de todas las alegrías del deporte zamorano destaque el campeonato del mundo de Alejandro Sánchez. Zamora seguía siendo campeona del mundo el año que Emilio Merchán no pudo subirse al cajón y habló de una posible retirada que tiene en ascuas a la ciudad. Alejandro Sánchez se quitó la espina del Europeo, la suya propia y la de un Emilio Merchán dolido por no poderle dar una alegría más a su ciudad, y dominó con mano de hierro en el Mundial, mandando sobre los húngaros y sobre todo el que quiso ponerse en su camino. Ahí, Chelín inscribió su nombre en la historia, aunque, sin embargo, su historia no ha hecho más que empezar.

Espaciado en el tiempo, durante una primavera muy florida en triunfos, Jaime Rosón venció en casi todas las pruebas en las que compitió, demostrando que, pese a competir en sub-23, ya estaba hecho para pelear en el pelotón profesional. La Copa de España, el Campeonato de España en ruta y la victoria en una de las pruebas con más solera del calendario ciclista, el Valenciaga, fueron los tres momentos irrepetibles del año de Jaime Rosón antes que el Caja Rural decidiera subirlo con "los mayores" para que escriba grandes páginas en el ciclismo zamorano.

María Calderón volvió a convertirse en Campeona de España y a representar a la ciudad en el Campeonato del Mundo de Richmond en el que, con las mejores, no encontró sus mejores sensaciones y no pudo brindarle a los zamoranos un gran triunfo. Sin embargo, las sensaciones de la zamorana son cada vez mejores e incluso, coincidiendo con el final de la Vuelta a España, pudo rodar unos kilómetros con las mejores ciclistas del pelotón internacional y llegar junto a ellas a la meta, mostrando la madera de esta ciclista que ya no es promesa, es realidad.

Pero el deporte zamorano también dio otras grandes alegrías como las medallas que se trajeron los master de Salvamento Dragones del Campeonato del Mundo; el espectacular año de Sixto Vaquero en el mundo del triatlón tras competir durante años sobre la bici; los buenos resultados del Mapecca en los regionales y nacionales, el ascenso a División de Honor del Vino de Toro o la aparición estelar de las balonmanistas zamoranas, con Maria O'Mullony a la cabeza y seguida ahora, mostrando su potencial en la selección, de Elba Álvarez.

Sin embargo, como en todo, el mundo del deporte también vivió decepciones, quizá la más dura la del Zamora CF que perdió la categoría en la que llevaba casi dos décadas. Tras empezar el año soñando incluso con meterse en la zona media alta de la tabla y repetir el intento de luchar por la copa hasta el final, los rojiblancos, con una plantilla muy corta, se hundieron en la tabla y acabaron dejando la categoría de bronce para penar en Tercera, de donde esperan escapar pronto.

Tampoco pudo mantener la Asobal el Balonmano Zamora, aunque el sabor de boca fue bastante distinto y el público acabó ovacionando a los suyos, tras un esfuerzo descomunal hasta la última semana para intentar quedarse en la élite del balonmano. El CD Zamarat pasó con mas pena que gloria por Liga Femenina e incluso a punto estuvo de no competir en la máxima categoría pero finalmente Quesos El Pastor apareció como patrocinador y la vuelta de Mariona ilusiona a los naranjas. Pese a ello, el año queda marcado por la renuncia de Juan de Mena al puesto de entrenador por luchar contra una enfermedad. Lucas Fernández, con un estilo continuista, fue el elegido para continuar con el legado que el entrenador zamorano había creado y mantenía en la máxima categoría.

El FS Zamora siguió autodestruyéndose hasta que, el día 30 de diciembre fue expulsado de la competición y obligado a descender a Tercera División. La salvación en junio, la vuelta de los hermanos Cala tras superar Javi una dura lesión y Rubén una enfermedad y el buen ambiente que se pudo ver en las últimas jornadas de la pasada liga en el Ángel Nieto, no fueron suficiente para que la situación siguiera enrarecida y la liga decidiera, en las últimas horas del año, descender a los rojiblancos.