El río Duero, cuna de campeones mundiales
La historia del piragüismo en Zamora se remonta a 1947, cuando un grupo de seis valientes zamoranos decidió aventurarse en un descenso del río Duero, desde Zamora hasta Oporto, en unas embarcaciones artesanales. Este evento marcó el inicio de una tradición que, a lo largo de las décadas, ha situado a Zamora como una referencia en el ámbito nacional e internacional del piragüismo. El río Duero se ha convertido en un símbolo de conexión y en el escenario de numerosas hazañas que siguen inspirando a las nuevas generaciones de palistas.
Zamora ha producido atletas de renombre, como Carlos Garrote, quien ha obtenido títulos tanto en el Campeonato Mundial como en el Campeonato Europeo en la modalidad de K1 200 metros. Garrote destacó en 2018 al convertirse en el primer piragüista español en lograr ser campeón del mundo y de Europa en el mismo año. En 2023, añadió otra medalla de bronce a su palmarés en el Campeonato Mundial en Duisburgo, demostrando que el piragüismo zamorano sigue vigente y competitivo en la élite mundial.
Otros nombres destacados son Emilio Merchán, conocido por su dominio en las modalidades de maratón y aguas tranquilas, y Eva Barrios, quien ha brillado en competencias internacionales, representando con orgullo a Zamora. Estos deportistas no solo han alcanzado logros individuales, sino que también han contribuido a la popularización del piragüismo en la ciudad, inspirando a muchos jóvenes a seguir sus pasos.
El éxito del piragüismo en Zamora no es casualidad. Además del talento individual, la existencia de clubes y entrenadores dedicados ha sido crucial. Figuras como José Andrés Román Mangas han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de este deporte, asegurando que Zamora continúe formando palistas de alto nivel.