Muy buena imagen del Desguaces Casquero que apunto estuvo de dar la campana en casa contra Noia (3-4)

Un gran partido en la Rosaleda el visto esta tarde que tuvo emoción hasta el final pero que no pudo ser. Un 3-4 que supo a poco para los locales ante uno de los equipos que serán de los de arriba en una categoría que los de Benavente están poniendo y plantando cara a cualquier rival que se precie.

Un buen inicio con 7 minutos de control y de aprovechamiento de las oportunidades, con una tabla frente a los benaventanos, en la portería del Noia que mantuvo un marcador a favor de 1-3 hasta el asueto. Los de Chema Sánchez dieron el do de pecho ataques cortos con intensidad ante un Noia que aburría el balón hasta la saciedad pero sacaba petróleo de los 3 fallos de la escuadra de Sánchez, tres fallos tres goles. 

En la segunda mitad se compitió sin tregua, los de Benavente sin público y con mucas ganas de brindar la victoria a la Hostelería de la ciudad partían piernas corriendo de un lado a otro de una Rosaleda que echaba de menos a sus aficionados. Los de Chema Sánchez con un Malaguti enorme sacaba armas y la artillería pesada, mantenían a los de NOIA en su campo trabajando mucho la defensa y sobre todo dando todo lo que tenían encima. Cuando mejor era el juego de los de la Mota, jarro de agua fría con el cuarto gol de los gallegos, pero no quedó ahí el encuentro.

Tanto hicieron en la segunda parte que apunto estuvieron de empatar en un par de ocasiones, en los 7 últimos minutos de juego ya que en dos lances de mucho tesón Malaguti acercaba a su Atlético Benavente Desguaces Casquero a tan solo un gol del empate. 3-4 fue el marcador final que no deja mal sabor de boca sino todo lo contrario, el afán de lucha de estos virtuosos del fútbol sala se puso de manifiesto en todo momento. Dani Simón tuvo el trabajo justo, eso si cuatro errores en defensa dejaron al descubierto a un portero que lo intentó parar todo, pero que ante portería descubierta los gallegos no fallaron.