¿Hacen teatro los deportistas? El dolor y cómo combatirlo con la esperanza de poder seguir compitiendo

No cabe duda de que hay modalidades en el deporte donde el engañar al contrario o al encargado de dirigir el evento deportivo es todo un arte porque de ello se puede obtener un beneficio.

En el deporte del motor es muy extraño, o casi imposible, que pueda llegar a ocurrir y generalmente suele ocurrir al contrario, ya que el piloto puede estar lesionado y finge no estarlo para poder continuar. El caso que os voy a contar ha ocurrido hace escasamente un mes y no es un hecho aislado ya que ocurre con mucha frecuencia, hasta entre los más pequeños y en distintas modalidades del Off Road.

En esta sección del motor hemos hablado con frecuencia del Piloto de Motocross de Villabuena del Puente, Teofi Jiménez y sobre su viaje y participación en la prueba de Murcia os quiero hablar para entender un poco al colectivo de pilotos.

Teofi había tomado la decisión de adquirir una Honda CRF 450R y la quería estrenar en la prueba de Fuente Álamo de Murcia, valedera para el Cto. de España de Supercross. Sin embargo, la máquina se hacía esperar, tanto es así que prácticamente cuando se cerraba el plazo de inscripción para la carrera le llamarón dándole la noticia de que la Honda ya estaba en España y podía pasar a recogerla.

Dicho y hecho. El viernes 5 de Julio sale de Villabuena en compañía de varios amigos con dirección a Madrid para recoger la moto y acto seguido, continuar viaje hasta Murcia. Ya en el circuito y sin haber tenido contacto alguno con la Honda, Teofi se dirige a pasar las verificaciones. El sábado 6 de Julio comienzan los entrenamientos y le toca al turno al piloto zamorano.

Primera toma de contacto con la Honda y tiene buenas sensaciones. Comienza con precaución, pero cuando está tratando de hacer vuelta rápida, no llega a completar uno de los triples y al recepcionar siente como si se le hubiesen roto las piernas a la altura de los tobillos. Como puede, continua hasta llegar donde se encuentra "Fede" (mecánico y amigo) a quien le dice que sujete la moto que cree que se ha roto algo. Teofi baja de la moto y acto seguido cae al suelo al no sujetarle los tobillos, el dolor que siente es brutal.

Entre los amigos le levantan y le llevan cogido hasta la ambulancia, donde le vendan los tobillos ya que, a primera vista, no hay rotura. Los sanitarios le dan un spray que le calma el dolor. El zamorano se vuelve a poner las botas y pide que le suban a la moto ya que quiere participar. No ha recorrido casi 700 kilómetros para irse de vacío a casa. Se sube de nuevo a la moto, pero el dolor es insoportable y entre todos sus amigos, le hacen bajar de la máquina. Es tal el grado de inflamación de ambos tobillos, que piensan que tienen que cortar las botas para podérselas quitar.

Lógicamente le hacen desistir de participar en la carrera y emprenden la vuelta hacia Zamora parando antes en una gasolinera para comprar hielo para que Teofi pueda meter los pies para evitar en lo posible la hinchazón. Al llegar a Albacete es tal el dolor que tienen que llevarlo al hospital de la ciudad, donde el traumatólogo que le ve le dice que lleva los pies a una temperatura de 2º grados por el hielo, situación peligrosísima. Radiografías y distintas pruebas confirman, en un principio, que no hay rotura en ninguno de los tobillos.

Tras la inspección médica, continúan viaje hasta llegar a Villabuena donde dejan en casa. Posteriormente y tras nuevas pruebas, se confirma que no tiene rotura alguna sino una fortísima contusión en los tobillos que llegaba hasta la zona de la rótula. Tras casi un mes sin poder subirse a la moto, Teofi ha participado en la prueba de Rivilla de Barajas con un extraordinario resultado al conseguir un 3º puesto en la máxima categoría, pero sin poder asentar los pies de manera natural al andar.

Mucho sufrimiento, pero así son los pilotos del mundo del motor, en todas sus variantes. Yo he querido contaros este caso, pero son muchos a los que he asistido, desde los mas pequeños a los que les he visto llorar al caerse, acercarme preocupado y darme cuenta a posteriori que lloraban porque no eran capaces de arrancar la moto o porque simplemente querían seguir. Lo mismo ocurre con el quad, etc. Este deporte no conoce el teatro, o si lo conoce, es para engañar con la finalidad de poder seguir.