Seis años sin Ángel Nieto: el zamorano que se convirtió en una auténtica leyenda

Pionero del motociclismo y una auténtica leyenda que marcó una generación. Una "fiera" indiscutible cuando se subía en una moto, tanto, que se convirtió en el segundo piloto de todos los tiempos con más campeonatos del mundo (12+1). Su historia estaba marcada desde el primer momento. Una vocación que movió montañas. Una pasión por el motor que siempre tuvo clara.

Fue el pequeño de tres hermanos. Nació en Zamora, en el seno de una familia humilde que tuvo que emigrar a Madrid en busca de oportunidades donde explotó su amor por el motociclismo. De trabajar como aprendiz en un taller hasta convertirse en uno de los mejores pilotos del mundo. Nieto abrió la puerta a la gran generación de pilotos que llegó tras él.

Tal era su amor por el mundo del motor, que incluso llegó a colarse en una carrera en el parque del Retiro para preguntar al dueño de Bultaco cómo trabajar en el departamento de competición de su marca. Aunque aún no le llegó la oportunidad, no se rindió. Con catorce años de marchó a Barcelona en busca de trabajo como mecánico.

Cuando cumplió los dieciséis, comenzó su preparación en Derbi. Los primeros pasos de un piloto que llegó a lo más alto de la historia. No fue hasta 1965 cuando firmó con Ducati-Mototrans y logró su primera gran victoria en Sevilla. Tras aquel momento, su nombre empieza a sonar y a disputarse en las fábricas españolas. Tras una dura pugna, Derbi consigue el retorno de Ángel Nieto pero esta vez solo como piloto.​

Así arrancó el inicio de una carrera brillante que culminó con 90 grandes premios y 23 campeonatos de España en diferentes cilindradas. Nieto alargó su trayectoria deportiva hasta 1986, momento en el que se retiró, con 39 años, pero siempre se mantuvo ligado al campeonato. Es difícil alejarse de lo que uno quiere.

Tal día como hoy, hace seis años, fallecía una auténtica leyenda en el Hospital Policlínico de Ibiza a los 70 años tras un accidente de tráfico durante sus vacaciones. Una estrella se apagaba para dar paso a un legado que perdurará eternamente. Desde hace más de 2.190 días los motores rugen en el cielo para que nadie olvide la historia de uno de los pilotos más exitosos del motociclismo.