Zamora se rinde ante Medina Azahara en su gira de despedida: “Todo tiene su fin”
Una cita que fue mucho más que un concierto: fue una despedida histórica, un homenaje en vida a una de las grandes bandas del rock andaluz.
Más de 2.000 personas llenaron el auditorio en uno de los pocos espectáculos de pago programados durante las fiestas de San Pedro. Y no defraudó. El público, entregado desde el primer acorde, coreó clásicos atemporales como Necesito respirar, Todo tiene su fin o Paseando por la Mezquita. Cada tema era un viaje al corazón de varias generaciones que han crecido con la música de Medina Azahara como banda sonora de sus vidas.
La emoción se palpaba en el aire. La banda, consciente del valor simbólico de esta gira, ofreció un espectáculo inolvidable: potente, honesto y cargado de sentimiento. El escenario se convirtió en el altar de una despedida por todo lo alto, con un sonido impecable y una conexión íntima con el público zamorano.
El Auditorio Ruta de la Plata fue testigo de una noche mágica que quedará grabada en la memoria colectiva de la ciudad. Medina Azahara dijo adiós en Zamora con un lleno absoluto, con una ovación que resonó como agradecimiento por más de cuatro décadas de música, rebeldía y poesía.
Zamora se vistió de nostalgia y celebración para despedir a una leyenda. Porque sí, todo tiene su fin, pero algunos finales son tan brillantes que se convierten en eternos.