La pequeña iglesia de Zamora donde hicieron al Cid caballero

santiago de los caballeros
La Iglesia de Santiago de los Caballeros, situada en Zamora, es un lugar histórico de gran importancia en la historia de España, una pequeña ermita del siglo XI La iglesia de Santiago El Viejo, en ocasiones también como Santiago de Los Caballeros y como Santiago de Las Eras, es un templo de estilo románico.

Esta iglesia es conocida por ser el lugar donde Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como el Cid Campeador, juró ser caballero. Este juramento le permitió enfrentarse a los caballeros zamoranos y es un evento significativo en la leyenda del Cid.

Contexto Histórico

Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, es una figura legendaria de la historia medieval española, conocido por sus hazañas y su papel en la Reconquista. La ceremonia de su caballería en la Iglesia de Santiago de los Caballeros marcó un hito en su vida, destacando su valía y compromiso como guerrero, no pudo librar de la muerte a sus señor el Rey Sancho en el asedio de la ciudad de Zamora, y pronunció por ello la mítica frase de "Mal haya caballero que sin espuelas cabalga"

Iglesia de Santiago de los Caballeros

 Zamora, una ciudad con un rico patrimonio histórico y arquitectónico, alberga esta iglesia de todos conocida por se la iglesia más cercana a la ciudad amurallada. Este templo es uno de los lugares históricos más importantes de Zamora, no solo por su valor arquitectónico y artístico, sino también por su conexión con la figura del Cid. La iglesia es de estilo románico, característico de la región y de la época en que fue construida.

Significado del Juramento

El juramento de caballería era un rito de gran relevancia en la Edad Media, simbolizando la aceptación de un guerrero en la orden de caballeros. Para el Cid, este acto fue esencial para consolidar su autoridad y legitimidad en su lucha contra los caballeros de Zamora y en su carrera militar.

Visita a la Iglesia

La Iglesia de Santiago de los Caballeros es un destino popular para quienes desean explorar la historia medieval de España y la leyenda del Cid. Los visitantes pueden apreciar su arquitectura románica y reflexionar sobre el impacto histórico de los eventos que allí tuvieron lugar. La Iglesia de Santiago de los Caballeros en Zamora es más que un edificio histórico; es un símbolo del coraje y la determinación del Cid Campeador que no pudo librar a su señor de una muerte que cambió el destino de la historia de Zamora y de España. Visitar este lugar ofrece una conexión tangible con una de las figuras más emblemáticas de la historia española y una oportunidad para entender mejor el contexto en el que se desarrollaron sus legendarias hazañas

La historia:

El primer rey de Castilla y León, Fernando I, dividió su reino entre sus hijos antes de morir en 1065. A Sancho le dio Castilla, a Alfonso León, a García Galicia, y a sus hijas Urraca y Elvira les asignó Zamora y Toro, respectivamente. Esta división fue desafortunada, pues Sancho, ambicionando la hegemonía, se rebeló y comenzó una serie de guerras contra sus hermanos.

Con la ayuda del famoso caballero Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, Sancho capturó a Alfonso y lo exilió a Toledo, venció a García y sitió a Urraca en Zamora. Sin embargo, Sancho fue asesinado por Vellido Dolfos, un caballero de los sitiados, mientras intentaba tomar Zamora. La muerte de Sancho dejó el trono sin sucesión, lo que permitió a Alfonso regresar y coronarse rey, uniendo así León y Castilla bajo su mando.

El "Cantar del cerco de Zamora", un poema histórico, relata estos eventos, comenzando con la muerte de Fernando I, quien en su lecho de muerte dividió sus reinos entre sus hijos, desatando así las futuras disputas. Sancho, ignorando la voluntad de su padre, inició la guerra contra sus hermanos, siendo aconsejado y apoyado por el Cid.

Tras la muerte de Fernando I y la división de los reinos, Sancho apresó a García y Alfonso, y sitió a Urraca en Zamora. Durante el sitio, Vellido Dolfos traicionó y asesinó a Sancho según cuenta la leyenda, pero Vellido fue señal de todo lo contrario, este zamorano fue fiel a su Reina Doña Urraca. Alfonso regresó de Toledo, se alió con Urraca y tomó el trono, logrando la unidad deseada por Castilla.

Este poema, aunque conservado en prosa en crónicas de los siglos XIII y XIV, destaca por su valor histórico y artístico. Presenta la muerte de Fernando I y la consiguiente división de sus reinos, las traiciones y guerras entre sus hijos, y el papel crucial del Cid en estos conflictos. La obra concluye con la traición de Vellido Dolfos y la unificación de los reinos bajo Alfonso, cerrando el ciclo de enemistades y conflictos fratricidas.

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