El Palacio de los Momos en Zamora un icono de la arquitectura gótica
El Palacio de los "Momos" es uno de esos lugares en Zamora que atrae tanto por su historia como por su enigmático nombre. Situado en el centro de la ciudad, su fachada, marcada por máscaras erosionadas, hace referencia a los momos, figuras griegas relacionadas con la burla y la locura. Este detalle le da un toque misterioso, que siempre despierta la curiosidad de quienes lo visitan.
La historia detrás de este palacio pocos la conocen. Mandado construir por Pedro Rodríguez Ledesma, comendador de Peñausende y caballero de la Orden de Santiago, el edificio es un ejemplo impresionante de la arquitectura gótica tardía. Aunque el gótico es poco común en Zamora, ciudad conocida por su legado románico, el Palacio de los "Momos" sobresale como un testimonio de la riqueza arquitectónica de la época de los Reyes Católicos.
La fachada del palacio, que es lo único que ha perdurado hasta nuestros días, es un claro reflejo del poder y estatus de su dueño. Con un escudo central sostenido por dos figuras humanas desnudas, cubiertas con pieles, y una moldura en forma de cadena que separa los dos pisos, el edificio es una joya arquitectónica.
A lo largo de los siglos, el Palacio de los "Momos" ha vivido diversas transformaciones. Abandonado en tiempos de Carlos II y luego salvado de la ruina, fue utilizado como mesón y casa de arrieros hasta mediados del siglo XX. Hoy en día, alberga el Palacio de Justicia de Zamora, lo que ha llevado a algunos a referirse a él también por este nombre, pero su esencia histórica sigue intacta.
Declarado Monumento Nacional en 1922, el Palacio de los "Momos" sigue siendo un símbolo de Zamora. Frente a él, una escultura de Baltasar Lobo le da un toque contemporáneo, haciendo de este edificio un punto de encuentro entre pasado y presente.