Bemposta en la Raya celebra el V Encuentro de Rituais Ancestrais: Un puente cultural entre dos naciones

Bemposta en la Raya celebra el V Encuentro de Rituais Ancestrais. Imagen de INTERBENAVENTE
Con una población de apenas 700 habitantes, Bemposta se vio desbordada por la llegada de miles de visitantes, que se acercaron al evento con la esperanza de que el número total de asistentes superara los 50.000

Este fin de semana, Bemposta, en el lado portugués de la raya, se ha erigido como la capital del hermanamiento entre mascaradas y caretos, con la celebración de la quinta edición del Encuentro de Rituais Ancestrais. Un evento que, con el paso de los años, se ha consolidado como una cita imprescindible para los amantes de estas tradiciones ancestrales, que se han convertido en un referente tanto en Portugal como en España.

Con una población de apenas 700 habitantes, Bemposta se vio desbordada por la llegada de miles de visitantes, que se acercaron al evento con la esperanza de que el número total de asistentes superara los 50.000. El desfile, formado por más de 850 personas, fue uno de los momentos más esperados, con una mezcla de color, tradición y espíritu festivo. Además, los asistentes pudieron disfrutar del mercado de productos locales, donde se ofrecían chorizos, farinheiras, mieles, aceites, compotas y dulces típicos como los tradicionales pasteles de Belém, así como puestos de artesanía que ponían en valor los productos autóctonos de la región.
Una de las jornadas más destacadas de este encuentro fue la celebración de las I Jornadas de los Encuentros de Rituais Ancestrais. En ellas, investigadores y expertos compartieron las últimas investigaciones y descubrimientos sobre estas tradiciones que han perdurado a lo largo de los siglos. Las jornadas fueron una oportunidad única para que los asistentes aprendieran sobre la riqueza cultural de las mascaradas y los antruejos, rituales que siguen siendo parte esencial de las celebraciones en la región.

Lo más destacable de esta edición fue, sin duda, el hermanamiento entre dos países que, a pesar de la raya que los separa, han compartido siempre una estrecha relación cultural. Los zamoranos, una vez más, se unieron a sus vecinos portugueses para vivir esta fiesta que ya forma parte de la tradición compartida entre ambos territorios.

En este encuentro, la raya desapareció y se convirtió en un símbolo de unidad entre los pueblos que celebran con orgullo sus ritos ancestrales. Bemposta se mostró una vez más como un puente cultural entre dos países hermanos, demostrando que la tradición y la cultura tienen el poder de borrar cualquier frontera.