Misiones, Adolescencia-Juventud y el Movimiento Scout se unieron para traer a Zamora esta iniciativa que desde hace más de veinte años inunda de luz tantos hogares en los días previos a la Navidad.
Un niño, un Scout Austriaco es cada año el que inicia este gesto al tomar del fuego perpetuo que luce en la cueva de Belén, una llama que trae a Viena y desde allí, por delegaciones internacionales, los scouts llevan a sus países. Recordemos que hace una semana esta delegación repartió la luz a toda España en Santiago de Compostela. Allí estuvieron una vez más los scouts de Gothorum el grupo asentado en Toro y quienes anoche junto al grupo Shamar de Zamora acercaron la llama para que los zamoranos puedan compartirla desde sus hogares y parroquias con enfermos, religiosas, comunidades….. y todo para recordar el auténtico motivo de la Navidad y ese deseo y compromiso por La Paz, la que está a nuestro alcance.
El movimiento Scouth en Zamora estuvo liderado por el que fuera párroco de San Lorenzo Jesús Campos y que ha continuado su labor al frente de estos jóvenes en Toro empujando una tradición de compañerismo y pañuelos anudados.
Ayer se vivió una ceremonia breve pero entrañable y monseñor Valera obispo de Zamora recibió de los scouts en este caso de lo más pequeños, los castores, esta luz que ilumina ya millones de hogares en todo el mundo.
Un gesto sencillo que anima a entrar de lleno en una fechas saturadas de tantas cosas que no son Navidad.