A la carrera, y protegida con un plástico, la Virgen de la Concha ya descansa en San Antolín
Un dia cargado de sorpresas no todas agradables, sobre todo en la llegada de la Virgen de la Concha a Valorio donde ha tenido que resguradarse de un aguacero que ponía en aviso de lo que podría suceder más adelante.
A la llegada de la Concha a la ciudad por Valorio, el tiempo quiso abrir su ventana para que al menos se pudiera cantar la Salve en la puerta de la Iglesia de los Remedios con relativa calma, si bien minutos antes había caído un gran aguacero que hacía resguardarse a fieles y a devotos en soportales y bajo los árboles. Zamora esperaba a su patrona a la salida de Valorio, la Concha venía cubierta por un plástico para proteger su integridad de un aguacero que paró en la puerta de la Iglesia de los Remedios milagrosamente ya que acto seguido y tras el cántico mariano, el agua volvió a caer como si no hubiera un mañana.
Gaiteros dulzaineros y tamborileros agudizaban el paso y tocaban a un ritmo mayor para que los cargadores no perdieran paso. La Virgen protegida volaba entre los hermanos a una velocidad importante, el agua caía incesantemente y la carrera era lo único que quedaba como solución para llegar a San Antolín.
Así fue, rápido el desenlace de una romería pasada por agua sobre todo al final del día. Gracias a la intercesión divina no hubo más problemas, la Virgen de la Concha descansa ya en San Antolín. Los cientos de romeros que han acompañado el final de la romería no olvidarán este incidente que seguro recuerdan con cariño tras una jornada festiva, pero eso si pasada por agua. Una ducha de agua caliente será el mejor aliciente tras una cena caliente merecida por todos.
Día de sorpresas y fe: La Romería de la Virgen de la Concha pasada por agua
La tradicional romería de la Virgen de la Concha, que cada año llena de fervor y devoción las calles de Zamora, ha vivido este año un día cargado de sorpresas, no todas agradables. El evento, que celebra el regreso de la patrona de la ciudad desde La Hiniesta, se vio marcado por un aguacero que obligó a los fieles a buscar refugio y a la Virgen a ser protegida bajo un plástico, una imagen que quedará grabada en la memoria de los romeros.
A su llegada a la ciudad por Valorio, la Virgen de la Concha y sus devotos se encontraron con un aguacero que ponía en aviso de lo que podría suceder más adelante. La lluvia intensa obligó a los presentes a resguardarse en soportales y bajo los árboles, esperando que el tiempo diera una tregua.
La Salve bajo la lluvia
El clima, sin embargo, mostró una breve ventana de calma cuando la procesión llegó a la puerta de la Iglesia de los Remedios. Allí, los fieles pudieron cantar la Salve en relativa tranquilidad, aunque la Virgen seguía protegida bajo un plástico para resguardarla de la humedad. Milagrosamente, la lluvia cesó justo a tiempo para el cántico mariano, pero no por mucho tiempo.
Una carrera contra el agua
Tras la Salve, el aguacero volvió a caer con fuerza. Los gaiteros, dulzaineros y tamborileros incrementaron el ritmo para ayudar a los cargadores a mantener el paso rápido. La Virgen de la Concha, envuelta en su plástico protector, "volaba" entre los hermanos, avanzando a una velocidad inusitada para llegar cuanto antes a la Iglesia de San Antolín.
El tramo final de la romería se convirtió en una carrera bajo la incesante lluvia. Gracias a la intercesión divina, no se registraron incidentes mayores, y la Virgen de la Concha logró llegar a San Antolín, donde ahora descansa. Los cientos de romeros que acompañaron el final de la procesión no olvidarán este día, marcado por la adversidad meteorológica pero también por la fe y la devoción. Para muchos, este incidente será recordado con cariño como parte de una jornada festiva, aunque pasada por agua. La experiencia vivida ha reforzado el espíritu comunitario y la devoción de los zamoranos hacia su patrona. Tras la llegada a San Antolín, una ducha de agua caliente y una cena merecida serán el mejor aliciente para los romeros, que hoy han demostrado una vez más su inquebrantable fe y amor por la Virgen de la Concha.